El blog d'en Joan Ferran

22.3.18

NUEVAS INQUIETUDES...






APRENDER DE LOS ANIMALISTAS



 Permítanme, sin que sirva de precedente, que en esta ocasión no les hable del procés y sus penas. No lo haré porque, afortunadamente, hay vida inteligente más allá del parque de la Ciudadela, de la Moncloa y del palacete de Waterloo. Sí amigos, en nuestra sociedad hay multitud de ventanas capaces de oxigenar esta atmósfera viciada que, unos y otros, están empeñados en hacernos respirar. Conviene abrir las cristaleras de par en par y que la corriente se lleve todo lo pestilente, todo lo cansino. 
El día 8 de marzo las mujeres salieron a la calle y una bocanada de aire fresco nos despertó, nos revitalizó. En segundo plano quedaron las miserias de esos que, en Barcelona, Madrid o Bruselas, pugnan por perpetuarse en la poltrona; también se difuminaron las poses esclerotizadas de los pasivos. La marea violeta, aunque sólo fue por unas horas, se apoderó del momento histórico borrando la ignominia de todo lo demás. Soy consciente que movidas, huelgas y manifestaciones como las del pasado 8 de marzo no son soluciones automáticas ni pan de cada día. Lo sé. También sé que otras movilizaciones, como la de los jubilados, tienen distinto recorrido y más cuando los partidos ya han hecho del asunto bandera de combate. Pero permítanme que les llame la atención acerca de una sensibilidad y una preocupación emergente entre la ciudadanía. Dense ustedes una vuelta por cualquier gran librería del país. Observen y comprueben como la oferta de obras, libros y manifiestos sobre el movimiento animalista y la alimentación vegetariana ha crecido exponencialmente. Como es obvio no les estoy hablando de manuales acerca de la cría del canario, ni sobre los cuidados del foxterrier. Nada de eso, les hablo de una corriente de pensamiento y sensibilidad, respecto al mundo animal, que se inserta en la sociedad y que, lógicamente, tendrá repercusiones políticas a corto plazo. Me dirán que en las últimas elecciones generales el animalismo llegó a los doscientos ochenta mil votos, como el PNV, y en cambio en las catalanas el PACMA tan solo obtuvo unos cincuenta mil votos. Cierto, tan cierto como que la polarización de los bloques eliminó las opciones menos ‘combativas’ en beneficio de los polos. Pero todos sabemos que las cosas cambian y que tras la batalla, o con el cansancio, muchos prefieren la opción simpática y no la estresante. 
Creo que es tarea de los políticos detectar las nuevas pulsiones de la sociedad y aprender lo mejor de ellas. El movimiento animalista es múltiple y variado, tanto en sus planteamientos como en la radicalidad de sus propuestas. Plantea temas muy sugestivos acerca del sufrimiento animal, el medio ambiente, la educación y la justicia social. Sería interesante que los próceres de la patria -además de seguir las noticias de los informativos y las paridas de algunos gurús- otearan el horizonte, respiraran nuevos aires y escucharan nuevas voces. 
Decía Paul Éluard que hay otros mundos pero están en este. Descúbranlos por el bien de la humanidad.