El blog d'en Joan Ferran

18.10.17

LO QUE MUCHOS PIENSAN...







MILONGAS, NO GRACIAS 


No nos vengan con milongas, lagrimitas, ni villancicos buenistas. En cualquier país europeo un individuo megáfono en mano, encaramado sobre la capota de un vehículo policial destrozado y arengando a las masas es carne de detención inmediata e interrogatorio. En cualquier democracia occidental -que se precie- impedir la labor y la libertad de movimientos de funcionarios públicos, que actúan a las órdenes de un juez, deviene un delito de obstrucción de la justicia. En cualquier parte del mundo excitar, e incitar, a una muchedumbre para que cerque, insulte y vilipendie a las fuerzas de seguridad puede conllevar consecuencias penales graves… ¿O no, amigos? Pero desgraciadamente el nuestro es un país en el que abundan los papanatas, los pijoprogres con mala conciencia, los tibios y los aprovechados. Y mucho me temo que toda esa fauna va a acabar sobreactuando por los platós, jodiendo la convivencia y vendiendo falsas bondades para seguir perpetuándose. 

 Estamos hartos. A estas alturas de la película no nos vengan disfrazados de demócratas, con las vestiduras rasgadas y coreando la gallineta o l’estaca. Eso ya no sirve y suena kitsch. Cualquier gobernante, con un mínimo de sentido de la responsabilidad, no hubiera permitido jamás que cuatro activistas, y una peña de radicales, marcaran la agenda política del país hasta dejarlo en puertas del colapso. Digámoslo claro. Los Jordis están en prisión no por exceso de celo de la juez, sino por un conjunto de actuaciones documentadas que, presuntamente, son delictivas. Pero lo peor y más deleznable sigue en el Palau de la Generalitat y campando a sus anchas en el Govern . A esos mandarines del ’procés’ no les importa el hundimiento de la economía, la fuga de empresas ni la desazón que embarga a una ciudadanía que no entiende nada. Son los herederos de los 3%. Bajo una estrella y una bandera han construido un reino imaginario donde todo vale y el discrepante es un traidor. Tarde o temprano habrá que pedirles explicaciones tanto políticas como de otra índole.
 Sospecho que los próximos días serán duros y no estarán exentos de tensión política. Los secesionistas, sobre la pizarra y en los documentos incautados por la Guardia Civil, lo tenían todo calculado; cierto, pero quizás olvidaron que muchos ciudadanos son espíritus libres, sienten pasión por la verdad y... 
Publicado en elcatalan.es

CONTRA EL TEMBLOR DE PIERNAS...CRITERIOS FIRMES








EL SARAO Y EL PSC 



Un servidor de ustedes no se atreve a vaticinar como va a terminar este sarao en el que nos ha metido Puigdemont, con el beneplácito de Junqueras y el palmoteo de la CUP. Lo confieso, no tengo ni idea. Visto lo visto en este país pasa de todo y todo es posible. El ridículo puede ser catalogado como una hazaña patriótica y la sensatez estigmatizada como vil traición. La ilegalidad puede llegar a ser idolatrada y el sentido común satanizado. Ya ven, es lo que hay. Mientras el cava se evapora, la banca se exilia y el mundo editorial pasea por España el papel couché, aquí no dimite ni el meapilas. Pero, afortunadamente, en este sarao tan pleno de esperpento aun habitan unas briznas de lucidez político-parlamentaria. La de Inés Arrimadas, por ejemplo, explicando desde la tribuna del Parlament a la ciudadanía su metáfora del corazón ‘partio’; y la de Miquel Iceta, rebosante de rigor y propuestas políticas, intentando sacarnos de la vía muerta del ‘procés’. Ambos aconsejando a Puigdemont el abandono de la obcecación y el regreso a la ‘normalidad’. Sensatez constitucionalista, dialogante y seductora la que propicia la oposición catalana; eso sí, siempre que Albiol se abstenga de enjuiciar.
 El sarao organizado es mucho sarao. Pero entre tanto taranto, bulerías y saeta quejosa, ha emergido con fuerza la propuesta de Pedro Sánchez e Iceta para reformar la Constitución Española y abordar el tema territorial. Dialogar, estudiar y pactar es la propuesta colocada sobre la mesa del Congreso. A lo largo de los últimos años al PSC le ha costado Dios y ayuda articular alternativas políticas con capacidad para marcar la iniciativa y la agenda política. Esta vez lo ha hecho y ha conseguido la aquiescencia de los principales grupos del Congreso de los Diputados. El discurso político de los socialistas respecto a la reforma constitucional está impregnado de sensatez y les sitúa en la centralidad política. Con el tándem Sanchez-Iceta en funcionamiento y un portavoz serio y solvente -Salvador Illa- las cosas en el patio de los socialistas catalanes han mejorado ostensiblemente. Insisto. No tengo ni idea de cómo va acabar el sarao independentista pero constato que alguna cosa se ha movido en el cosmos de las propuestas. Se intuyen salidas factibles, razonadas y acordadas más allá de la aplicación o no del famoso artículo 155. 
 Si el PSC vence los complejos que le atenazan, si sigue firme en su centralidad democrática, si no le tiemblan las piernas, si no cede a las tentaciones y virus ‘postureros’ etc. su papel político puede ser determinante, y bueno, tanto para Cataluña como para España.

Publicado también en www.e-noticies.cat

9.10.17

POCO IMPORTA LA CIFRA









BON DÍA CATALUNYA!! 

Cataluña comienza a despertar de la pesadilla que la atormenta, y persigue, desde hace unas décadas. A los artífices del engaño patriótico ya no les sirve como antes la sucia seducción que practica la tele gubernamental, ni el cloroformo que aplican los anestesistas del procés subvencionado. Cataluña ha despertado, por fin, del espejismo al que la han sometido los artífices del 3% y los charlatanes que prometían patrias perfectas. Las calles de Barcelona se han llenado, como nunca antes, de rojo y gualda constitucional. De colores que, a pesar de no ser los suyos, muchos demócratas de todas las ideologías aceptaron como uno de los elementos de paz para conseguir la concordia. Cataluña ha despertado de la pesadilla secesionista y reivindica las mil formas posibles de entender la convivencia sin fractura social. Cataluña ha despertado y ha puesto de relieve que no está dispuesta a dejarse arrastrar al suicidio colectivo que han urdido unas mentes resentidas. 
Este ocho de octubre es ya un día para reseñar en los libros de historia. Las calles de la ciudad condal se han vestido de fiesta con banderas y guirnaldas multicolores. Una fiesta en la que el optimismo y los cánticos alegres se han apoderado de la gente. Poco importan las cifras. ¿Un millón? ¿Quinientos mil? Qué más da el número. Lo realmente importante ha sido que miles de catalanes de todo origen y condición han abierto los ojos y han dicho ¡Basta! Sí, basta ya de engaños y de promesas vacuas adornadas de futuros imposibles. Han dicho basta a la manipulación y al odio transmitido mediante mensajes subliminales y desprecios hacia los diferentes. Hoy me siento bien, feliz y contento. Orgulloso de formar parte de una colectividad ciudadana que es capaz de rebelarse y reaccionar a tiempo ante los despropósitos de sus oscuros gobernantes. Se acabó el silencio. A partir de hoy hay que gritar ¡Basta! Y sin complejos cada vez que sea necesario. Nos va en ello la dignidad, el bienestar y la paz social. Mañana podemos abrir los ojos al despertarnos y recitar una musiquilla que por fin diga sin acritud: -Bon día Cataluña!

4.10.17

FUEGOS ARTIFICIALES Y ALGO MÁS







CARNE DE CAÑÓN


 En toda partida de ajedrez la ubicación de los peones deviene un elemento clave en la estrategia del jugador. Sobre el tablero, muchas veces, el peón suele ser sacrificado para permitir que las piezas nobles alcancen sus objetivos y capturas. La fiel infantería también se usa para bloquear movimientos del adversario e impedir la puesta en práctica de sus tretas. Cataluña vive a día de hoy un momento delicado de su historia. Me duele decirlo así, pero alguien está moviendo los peones sin importarle su sino; o si salta por los aires, hecha trizas, la cuadrícula y el reglamento. 
Nuestra historia nos brinda sorpresas de todo tipo. En este país los líderes anarquistas pueden convertirse en ministros y los sindicatos -supuestamente de clase- pueden refrendar y convocar, al unísono con un gobierno neoliberal, una huelga general cualquier otoño. Todo ello puede suceder sin que nadie llegue a escandalizarse. Penoso, aunque este no sea el tema de fondo que hoy nos ocupa… 
El ex diputado europeo, Ignasi Guardans, utiliza con asiduidad las redes sociales. Suele colocar en ellas pensamientos y frases breves que convidan a la reflexión. Tras los acontecimientos de estos últimos días escribió lo siguiente: ‘Hay cobardes que desde sus despachos han organizado a esos civiles desarmados para lograr sus objetivos políticos frente a la ley y jueces’. Gancho directo a la mandíbula de Puigdemont y Junqueras que suscribo y comparto alborozado. Desde la comodidad de los despachos, y las mullidas poltronas de terciopelo, observan cómo otros defienden, en la calle, letrillas de libertad actuando de peones de una estrategia suicida. Son los que, sin pretender faltar a nadie, se ha dado en llamar ‘carne de cañón’. Sí, son tropa de algarada, figurantes multicolores instrumentalizados para que las viejas elites sigan ahí, culpando a las de allá (también viejas y con pecado). En terminología militar la carne de cañón fue un dicho despectivo usado para designar a aquellos de a pie, generalmente reclutados entre el pueblo llano, que eran utilizados como arietes contra las tropas enemigas. El destino de esas gentes en combate era un salvoconducto hacia la muerte. En la Cataluña de hoy, desgraciadamente, se prodiga también la carne de cañón reclutada entre las clases medias. Es de otro tipo que la de antaño, quizás más ‘espiritual’, sin duda; pero esa carne de cañón disparada es nociva para el libre pensamiento y la convivencia cívica. Mediten un poco por que habita entre nosotros, se alimenta de mitos e intolerancia y no entiende de solidaridades. Nada que ver con el viejo movimiento obrero y popular y sí con las derivas radicales de la pequeña burguesía del siglo pasado. Alejandro Filio, poeta e intérprete mejicano de la Nueva Canción, escribe en uno de sus poemas más conocidos:

“Que solo somos carne de cañón
 para salvaguardar su condición.
 Solamente carne de cañón, o tú o yo, 
 simplemente carne de cañón.” 

 Ya ven amigos; en este país unos son, o somos, carne de cañón y otros merecen ser carne de diván.