El blog d'en Joan Ferran

25.6.17

PUIGDEMONT......







PUIGDEMONT, EL ‘COCOMOCHO’ YE-YE 


Los escritores y articulistas malditos son caros de ver en la tele pública, difíciles de oír en la radio del régimen e incluso de leer en los grandes rotativos. Afortunadamente no todo es papel impreso y el mundo digital ha abierto puertas y ventanas. Por ahí se cuelan destellos de genialidad para satisfacción de lectores de pensamiento no condicionado. Ramón de España es uno de esos estigmatizados al igual que Gregorio Morán, Luna, Rius , Trallero o Porta Perales, entre otros. Creo que Ramón acertó de pleno cuando adjudicó a Carles Puigdemont el alias de ‘Cocomocho’. Los apodos estimulan la imaginación y permiten adivinar tanto virtudes como defectos camuflados. Suelen ser útiles para determinar la singularidad de algunos personajes. ‘Cocomocho’ no está nada mal para el President; sea por la musicalidad de la palabra, sea por el aura indefinible que envuelve la testa del personaje. 
Carles Puigdemont ha cruzado el Rubicón. Ahora ya le silban y abroncan como a un político cualquiera. Recuerden ustedes que, antes, apenas se le conocía más allá del gremio de pasteleros de Gerona. Desde la alcaldía de esa ciudad llegó a la presidencia de la Generalitat sin romper un huevo ni ser votado para ello. Hoy retoza, nuestro number one, en el Pati dels Tarongers gracias al despeje cupero que mandó a Artur Mas a la papelera del inframundo político… Y ahora, ni corto ni perezoso, quiere salir por la puerta grande de la historia pariendo un referéndum con fórceps. Se irá habiendo cumplido, al frente de la institución, el tiempo reglamentario que da derecho a percibir la paga de ex presidente de la Generalitat y sus beneficios anexos. Conocí a Puigdemont en el Parlamento catalán. Su imagen me sugirió - y perdonen la frivolidad - la de un chico ye-ye, con el pelo alborotado y sin medias de color; pero un chico ye-ye. Nadie hubiera imaginado entonces que aquel diputado del montón iba a desbordar en radicalidad a sus antecesores y a su propio partido. Hoy Puigdemont parece estar más en sintonía con Anna Gabriel que con Marta Pascal. Claro que, para lo que le queda en el convento, prefiere ver su nombre en el santoral patriótico que reflexionar sobre la ética de la responsabilidad. Eso de Max Weber no va con él.
 Pues bien, nuestro ‘Cocomocho’ ye-ye ha adecentado su pelambrera al tiempo que ha aflojado la lengua. Lleva una temporada descontrolado, confuso y contradictorio. No se sabe si quiere ir a predicar, o no, al Congreso de los Diputados, ni cómo hacerlo. Mete la pata comparando el ‘procés’ con la lucha contra el terrorismo etarra. A pesar de su fluidez verbal lo suyo no es el dominio del verbo ni del adjetivo. En las sesiones de control parlamentario se ha vuelto tan enfadoso, reiterativo y machacón como una vulgar canción de verano. Bochornoso. ¡No va más! La milonga procesista ya no da más de sí y el President tampoco. Vegetan, sobreviven y la lían gracias a errores de bulto del PP. ¿Último episodio? El de los 500 mossos y los temas de seguridad… Vuelvo al mote parido por el maldito Ramón de España. A ‘Cocomocho’ le falta mucho coco y le sobra mochila cupera y estribillo ye-ye. Carles Puigdemont debería abandonar la atmósfera de confort, y adulaciones interesadas, en la que se ha instalado y ponderar las consecuencias del viaje en el que intenta embarcar a la ciudadanía catalana. Ojo, pues, a los silbatos, el jaleo y la rechifla que se avecina.

19.6.17

EL DÍA DESPUÉS....LA PESADILLA






LA REPÚBLICA DE RAHOLA 



Ayer tuve un sueño. Soñé que Pilar Rahola era la presidenta de una flamante y recién instaurada República Catalana. También soñé que una de sus primeras disposiciones como mandataria, era prohibir la imagen y la publicidad de ‘La Grossa’. Sí, de esa lotería deficitaria, de premios raquíticos, que se inventó la Generalitat para sacar unos dinerillos. No entiendo el porqué de esa decisión. 
El calor de ayer generó en un servidor la modorra suficiente para divisar, alrededor de la presidenta Pilar Rahola, un equipo de colaboradores gubernamentales ‘inmejorable’. Vean sino: El ex juez Santiago Vidal ocupaba, dicharachero y pletórico, la cartera de Justicia. La vicepresidencia de Economía, Hacienda y Transparencia era para un Germà Gordó redimido de todos sus pecados. Lluís Llach, estaca en mano y gorro frigio, ostentaba la siempre conflictiva Conselleria de Interior. Ángel Colom seguía trabajándose sus temas en emigración, especialmente en el cosmos bereber... Recuerdo, aunque de forma difusa, que un tal Mikimoto era el responsable de un departamento de nueva creación que respondía al nombre de ‘Fomento del Auto turismo y Merchandising’. Pep Guardiola recalaba, en Qatar, como embajador de Cataluña en ese país mientras que, Artur Mas, imploraba un carguillo en la ONU. Pero, lo que realmente me impresionó, fue la altivez de Gabriel Rufián pasando revista al batallón Germans Badia -selecto cuerpo de élite, de reciente creación- del ejército republicano catalán. He echado en falta en mi sueño, no sin cierta frustración, el destino y paradero de algunos patriotas insignes como Jordi Sánchez y Cuixart. Quizás, en ese universo onírico, ya estaban amortizados y eran poseedores de una canonjía lejos de la cansina corte de los milagros que dejó en herencia Carles Puigdemont. Tampoco vi a los versátiles Romeva y Germán Bel, ni al escriba mayor del soberanismo de derechas adscrito a La Vanguardia. La política, a veces, devora sus propios vástagos. Pero el hijo de Hipnos no me defraudó. Me permitió contemplar cómo, en la Republica de Rahola, Vicens Sanchis ejercía de comisionado para la reconstrucción de los denominados Païssos Catalans y disponía, para ello, de fondos reservados sin control parlamentario. Y más: Empar Moliner presentaba los telenoticies; Homs el ‘Trenta Minuts’; la señora Pascal devenía la jefa suprema de todos los Esplais de Cataluña mientras, Joana Ortega, organizaba una cuestación -tipo Domund- para erigir un monumento a Rosa Parks.

 ¡Ay, los sueños! A veces suelen tener laberintos donde crece la pesadilla y ésta se apodera del ánimo del durmiente hasta provocarle angustia. Y así ocurrió en mi caso. Con motivo de la proclamación de la nueva republica catalana se decreta una amnistía para los Pujol, Prenafeta, Macià Alavedra, Montull y Millet, a los que se les resarce el buen nombre y reconoce los servicios prestados a la patria. Paralelamente a estas medidas de gracia se abría causa por conspiración a López Tena, Santiago Espot, Xavier Rius y Bernat Dedeu… ¡Que miedo! Y el Barça jugando la liga catalana con el Reus, Nàstic, Olot, Español y demás. Como colofón el calendario laboral -para disgusto de curritos sin fronteras- elimina la fiesta el 12 de octubre y la del 6 de diciembre etc... Pero… ¿Y el Parlament? Una balsa de aceite de oliva arbequina. Carme Forcadell es elegida presidenta vitalicia de una cámara sin reglamento interno (¿para qué?) y con un procedimiento de dictado/lectura/única/aprobación de las propuestas gubernamentales inédito en el mundo entero.
 Morfeo no me dió tiempo para más. Una pena.Tan solo recuerdo un flash de última hora en el que Anna Gabriel se responsabilizaba de Salud e Higiene mientras, Eulalia Reguant, recomendaba recuperar la tradición del ‘tortell’ para todo tipo de familias. ¡Ay, las pesadillas!

12.6.17

LUEGO QUE NO SE QUEJEN...

                               
                                                      MAO PUIG-DE-MONT


 Este Puigdemont es duro de entendederas y por lo visto no sabe lo que vale un peine. De nada han servido las amables palabras llegadas desde Venecia, ni las advertencias de letrados ilustres. El Muy Honorable pastelero de Girona acaba de demostrar a la ciudadanía catalana, que no sabe “pastelear”, que eso de negociar -aunque sea a escondidas- no va con él, que para lo que le queda en el convento... 
 Carles Puigdemont ha aprendido de Artur Mas la táctica de la huída hacia adelante, aunque sea sin saber hacia adonde. De ahí la última performance entre naranjas incomestibles y musiquitas del carrillón. El presidente catalán, arropado por su corte de los milagros, ha propuesto a los catalanes que el 1 de octubre, día de santa Teresita de Jesús, acudan devotamente a las urnas para responder a la pregunta del millón. 
¿Por qué el 1 de octubre? Un servidor de ustedes no cree en las casualidades. A la vista de los acontecimientos hay quien afirma que el Muy Honorable ha sido abducido por el sector maoísta de la CUP. Dicen las malas lenguas que la elección de esta fecha es un homenaje a Mao Zedong. Sí, fue un primero de octubre de 1949, en la plaza de Tiananmen de Pekín, donde el dirigente comunista proclamó el nacimiento de la República Popular China... 
¿Quieren más detalles y coincidencias al respecto? Un grupúsculo de guardias rojos leridanos ha decorado la ciudad incitando al personal a aplicar represalias contra “los enemigos del pueblo”. Las fotografías de Arrimadas, Rabell, Iceta y Albiol ilustran un cartel a todas luces amenazante. Hay quien afirma que ésta última actuación de Puigdemont no es más que un nuevo acto de publicidad de la serie ‘El Procés’, sin trascendencia jurídica. Quizás sí amigos, pero alguien debería recordar a los miembros del Govern, que una cosa inocua e intranscendente es gesticular y otra muy distinta es calentar el ambiente y repartir pólvora, aunque sea verbal.
 Ustedes y yo sabemos que hay mucha Joven Guardia Roja suelta. La historia nos cuenta -ojo, gente de Junts pel Sí- que ésta se cepilló a un buen número de burócratas

7.6.17

ORTEGA ANSIA VOLVER,VOLVER,VOLVER....






Y AHORA... JOANA ORTEGA ! 


Los post convergentes andan preocupados. Las encuestas no les son propicias y el pánico se ha desatado entre sus filas. Cataluña, electoralmente hablando, les preocupa pero Barcelona también. Los últimos sondeos aparecidos en prensa les sitúan en los límites de la insignificancia y no se aprecian síntomas de desgaste alrededor de la figura de Ada Colau. Respecto a las otras fuerzas en liza todo sigue prácticamente igual -con vasos comunicantes, eso sí- pero en negativo para las aspiraciones del PDECAT. 

Así las cosas han comenzado a correr las quinielas y las prisas. Ante la mirada atónita de Joaquim Forn, el versátil Ferran Mascarell coquetea y se insinúa; Santi Vila se deja querer desde una medida heterodoxia y, Joana Ortega, les mete prisa a los jueces para quedar limpia de inhabilitaciones asesinas… Visto tanto movimiento, si el PDECAT aspiraba a vertebrar una candidatura con discurso e imagen renovadora está fracasando en su intento. Todos los nombres que se barajan llevan incorporados el estigma de las viejas políticas y de un pasado no exento de máculas. Incluso, si la opción adoptada fuera la de la política-espectáculo, vía Pilar Rahola, convendrán conmigo que la cosa es más de lo mismo con la incorporación de griterío tertuliano y follón. No me negarán ustedes que en este país la relación de los políticos con los tribunales no da para escribir un libro de anécdotas hilarantes. En Cataluña un miembro de la Mesa del Parlament se chiva de sí mismo, lo empuran, se hace feliz la foto como víctima y luego se queja de la arbitrariedad judicial; aquí un juez, metido a agitador activista, confecciona listas negras de jueces y tan tranquilos; al unísono un cantante jubilado conmina a los funcionarios a obedecer o… 
Pero el caso de la señora Joana Ortega me sorprende particularmente. La consideraba ideológicamente próxima, o afín, a los Muntañola, Riera, Fernández Teixidor, pero jamás al neo republicanismo de Marta Pascal y sus muchachos. Siempre pensé que la ex vicepresidenta se metió en líos por lealtad a Mas y solidaridad gubernamental y no por otras zarandajas -lo suyo era Unió y Duran- y que aprovecharía la ocasión para rebobinar. Pero no, parece que no va por ahí la cosa. La erótica del poder, cuando se ha probado, despierta un efecto llamada difícil de controlar. Quien quiera que sea que haya metido a la señora Ortega en este berenjenal le ha hecho un flaco favor, la ha asesorado mal. Las primarias desencadenan efectos colaterales que suelen ser crueles para los perdedores. Joana Ortega, como otros miembros de la denominada vieja política, creo que obvia las corrientes de fondo y las inquietudes de la nueva ciudadanía. En la actualidad el ciudadano es capaz de valorar los servicios prestados, e incluso manifestar simpatías varias o agradecimientos puntuales, pero también quiere ver al frente de las instituciones personas capaces que no sean tributarias del pasado, de sus dramas y sus errores. Lamentablemente las Ortega, los Mascarell y los Vila han sido compañeros de viaje de un buque con múltiples vías de agua que ha encallado. 
En el PDECAT, como en otros lugares, urge un relevo en el puente de mando. Mal vamos si en el cosmos post convergente no surgen otros signos de vida.

También publicado en e-noticies.cat