El blog d'en Joan Ferran

22.5.17

TRAS LAS PRIMARIAS

                                      
                                      DESIDERÁTUM POST PRIMARIAS SOCIALISTAS 

 Cállense para siempre los príncipes del desasosiego, los predicadores del caos, los agoreros, los apocalípticos. Cesen en sus conjuros médiums y nigromantes. Apártense del camino los sembradores de espinas, los escribas de lo ‘correcto’ y los voceros melancólicos del cuarto poder. Absténganse de incordiar los adictos al no se puede, al no conviene. Abandónennos los domesticados. Tómense un descanso los fabricantes de abismos ficticios, de peligros inexistentes, de falsas anarquías… Dejen paso. Paso libre a la gente noble que pelea por un ideal, a los buenos sentimientos expresados con cordura y convicción. Puertas abiertas para los honestos, los incorruptibles, los solidarios, los generosos. Vía libre para el abnegado, para el colaborador desinteresado, para el trabajador, para las mujeres, para los jóvenes desocupados. Bienvenida la savia nueva, la energía oculta de los tímidos, los amigos perdidos. Bienvenidos los que marcharon y regresan a casa a la búsqueda de su verdad extraviada… ¡Albricias! Hay vida más allá de la manipulación y de los mensajes precocinados. Hay aliento vital más allá del rostro compungido de los resignados a dejar de ser. Sopla un viento de esperanza. Hace pocos días un excelente profesional del periódico La Vanguardia, Rafael Jorba, decía que las primarias, en los partidos europeos, son un mecanismo que permite aflorar lo peor de cada casa, la división entre facciones, los bajos instintos y la guerra fratricida. Algo de cierto hay en sus reflexiones. Pero también ese mecanismo democrático de consulta lleva en sus genes algo altamente positivo. Hace despertar los gigantes aletargados de la motivación y la solidaridad. Activa el discurso y permite el contraste de las diferencias. Y eso es positivo. La pugna por el liderazgo del socialismo español se ha saldado, de momento, a favor de Pedro Sánchez, cierto; pero lo más interesante, a mi modesto entender, ha sido comprobar cómo la canción de Diego Torres -que tarareaban los seguidores de nuevo secretario general- se ha hecho realidad: ‘Saber que se puede, querer que se pueda…’ Estamos ante un nuevo intento -más compartido que nunca- de reescribir el rol del socialismo democrático en España. Tiempo al tiempo.