El blog d'en Joan Ferran

30.11.16

CONGRÉS I PRIMÀRIES







MANIFEST MILITANS EN PEU-CAT



 La política espanyola viu un dels moments més crítics dels darrers temps. La continuïtat del Partit Popular al capdavant del govern de Madrid s’ha pogut materialitzar mitjançant el suport directe de ‘Ciudadanos’ i l’abstenció dels diputats socialistes a la investidura. La resultant de ambdues accions vaticina una legislatura tan convulsa com continuista en el terreny polític i social. És evident que, amb el nou equip executiu de Mariano Rajoy, les retallades econòmiques i els atacs a l’Estat del Benestar estan garantits. La restricció de llibertats individuals i el conflicte territorial també. A escala europea les perspectives tampoc son gaire esperançadores per als progressistes a causa de l forta embranzida de l’extrema dreta i de populismes de tota mena. Les incerteses ens acompanyaran i s’endevina, en l’horitzó, una conflictivitat social impregnada d’una certa virulència. L’esquerra en general - i la socialdemocràcia en particular- hauran d’afrontar reptes que posaran en entredit la seva pròpia raó de ser. 
Actualment, en l’escenari polític espanyol, a causa de la debilitat manifesta del PSOE, esdevé difícil esbrinar qui és el protagonista de l’oposició en primer terme. Arrel de les darreres picabaralles parlamentàries, tot sembla indicar que algunes forces politiques es reserven, per a ells, la patent de l’espectacle en un intent d‘acaparar l’atenció dels mitjans de comunicació i el vistiplau de l’electorat.

 Per altre banda els conflictes, les contradiccions i creuament de retrets protagonitzats pel PSOE al llarg dels darrers mesos han col•locat al socialisme espanyol en una situació de ‘fora de joc’ difícil de suportar per als seus militants i electors. Les solucions aportades per tal de superar els problemes no són, ni han estat, satisfactòries. L’activitat política sota la mirada de una Gestora no és el més adient per a un partit amb vocació de govern i anhel de canvi social. La dilació en el temps dels problemes lluny de esvair-los, els agreuja. Els socialistes sabem per experiència que interinitat implica indefinició i aquesta, sovint, comporta absència de propostes i manca de criteris politics per afrontar la realitat.
 Per tot plegat, i per què l’Espanya d’avui precisa una oposició socialista sensata al servei de la ciutadania, urgeix acabar amb la interinitat, definir un projecte polític i vertebrar una direcció executiva sòlida. És en aquest sentit que militants del PSC, de diferents procedències i sensibilitats, afirmem que convé, al més aviat possible, la convocatòria d’un Congrés Federal del PSOE amb l’objectiu de triar una nova direcció del partit, al temps que s’activa un procés de primàries per a designar un nou/va secretari/a general. Donem suport a aquesta iniciativa conscients que no s’entendria un socialisme català desvinculat del socialisme espanyol, ni un socialisme espanyol sense la sensibilitat específica del PSC. No estem disposats a renunciar a una història conjunta que ha estat capaç de garantir la cohesió de la societat civil catalana al llarg de les darreres dècades. Confiem en les gestions de l’executiva del PSC adreçades a aconseguir una relació òptima, fluïda i fraternal amb el PSOE, al temps que continuem donant suport al treball dels nostres parlamentaris a Madrid.
Els impulsors d’aquest Manifest estem convençuts que el PSOE és un partit imprescindible per tal de garantir el joc democràtic a Espanya i fer possible la seva governabilitat. En aquest sentit ens comprometem a treballar, sense defallir, per retornar al socialisme de casa nostra el rol que li correspon, allunyat de personalismes i interessos particulars







27.11.16

LA ÚLTIMA BATALLA DE FIDEL







Fidel Castro combate y resiste incluso después de muerto. Su marcha de este mundo ha desatado de nuevo sentimientos encontrados. Recuerdos, esperanzas perdidas, respeto, consideración, pero también odio y desprecio. Fidel fue y seguirá siendo la antítesis de la indiferencia. Analistas e historiadores se prodigarán en los medios de comunicación y, en breve, aparecerán en el mercado decenas de biografías actualizadas. Las fiestas del exilio en Miami y las honras fúnebres en la Habana saturarán la actualidad. Las embajadas cubanas de todo el mundo recogerán pésames y manifestaciones urgiendo reformas democráticas. Lógico, nada que objetar al respecto. Tan sólo un ruego a todo ese personal que se esfuerza en loar, o maldecir, la figura del revolucionario cubano. Por favor, hagan un esfuerzo por contextualizar los hechos históricos; por intentar comprender dónde, cómo, cuándo y porqué emergió el líder cubano. Sean objetivos y busquen la razón, la multitud de razones, y el porqué miles de jóvenes de todo el mundo vieron en el proceso revolucionario cubano un viento de esperanza. Valoren también porqué gentes de centenares de pueblos oprimidos y explotados miraban esperanzados hacia el Caribe y sus barbudos. Fidel Castro y Ernesto Che Guevara han sido durante muchas décadas un referente emblemático de la lucha por la dignidad de los pueblos y su independencia ante lo que denominaban imperialismo. Me dirán que sin democracia no hay libertad, cierto, pero yo también le objetaré los crímenes, golpes de estado y creación de hidras terroristas alimentadas bajo el paraguas de la democracia más potente del mundo. No olvidemos que el estadista cubano sufrió centenares de intentos de asesinato, conatos de invasión militar y acciones armadas de cariz terrorista. El país se vio sometido a un terrible bloqueo económico que impidió un desarrollo armónico de su economía. ¿Vamos a olvidar todo eso? Recuerdo como si fuera hoy el día en que Joan Barril ganó el XXX premio literario Sant Joan con una novela sobre Cuba titulada “Las tierras prometidas”. Barril nos advirtió, en aquel momento, que su viaje literario a la ‘revolución más magnética de la historia’ no gustaría a los castristas pero que tampoco iba a ser jaleada por los cubanos exiliados en Miami. No se equivoco.La narración de Joan Barril tenía mucho de premonitoria respecto a lo que ahora acontece. Los ríos de tinta generados alrededor de la muerte de Castro, al igual que en su día la novela citada, no va a ser del gusto ni de unos ni de otros. Nicolás Maduro, Correa, Morales y otros líderes americanos glosaran su ejemplo. Otros como Françoise Hollande – la paja en ojo ajeno- hablaran de la ‘desilusión’… ¿Acaso la desilusión en las democracias europeas no es un síntoma de nuestro tiempo? Pero este sería otro tema. 
Fidel Castro ha muerto. Alrededor de su memoria se librarán un sinfín de batallas mediáticas e ideológicas. Son las batallas de nuestro tiempo, en otras coordenadas que las del suyo. Hagamos balance del personaje y su obra -sin justificar lo injustificable- con la equidad, la honestidad e intento de comprensión, que se les suponen a los demócratas no obnubilados por esquemas preestablecidos. Para otros, como para Joan Barril en su día, la revolución cubana seguirá siendo ‘la revolución más magnética de la historia’.

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14.11.16

OJITO QUE EL HORNO NO ESTA PARA BOLLOS....






EN CAN PSC: ¡¡Y DOS HUEVOS DUROS!! 



La nueva, flamante y numerosa ejecutiva del PSC tiene un toque de película de los hermanos Marx. Sus multitudinarias reuniones me traen a la memoria la entrañable escena de ‘Una noche en la ópera’ en la que, en un abarrotado camarote, se acumulan el barullo y las estrecheces. El film, estrenado en 1935, nos cuenta una historia que refleja -con un sarcasmo inigualable- una sociedad con profundas desigualdades sociales que observa, impotente, el avance imparable de los movimientos fascistas, autoritarios y populistas.
 Han pasado varias décadas pero nuestro presente tampoco está exento de dramatismo y de situaciones surrealistas. Tanto en lo político, como en lo social, emergen situaciones preocupantes. En la película, antes mencionada, Groucho solicita al camarero una larga lista de viandas y, cuando concluye, se oye una voz al otro lado de la puerta que grita: ¡Y también dos huevos duros! Instantes después suena la bocina de Harpo y, el del poblado bigote, interpreta y dice que en lugar de dos van a ser tres… Y así podríamos seguir hasta el infinito. 
Pues bien, entre las estrecheces del abarrotado camarote de la ejecutiva socialista, hay siempre alguien que pretende añadir un huevo duro a la ‘comanda’ sin preocuparse por las existencias ni la disponibilidad del cocinero. No sé si lo hace por mimetismo con los emergentes, para singularizarse o para hacer currículo de cara al futuro. No lo sé, ni me interesa. Es tan grande el ego, el cálculo y el afán de protagonismo de algunos personajes que sospecho que, llegado el día, no dudaran en practicar la tesis marxista que dice: ‘Estos son mis principios, si no les gustan tengo otros’. Y, tan panchos, nos los venderán como fruto de los nuevos tiempos y de la eternamente demandada renovación. Aunque, amigos, todos sabemos que el jugador que se desmarca no siempre acierta a marcar gol e, incluso, puede quedar en claro fuera de juego.

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9.11.16






COLAU, LOS SOCIALISTAS Y LOS NERVIOS 



Es muy probable que, en un plazo breve de tiempo, unas cuantas formaciones de la izquierda catalana acaben por articular un nuevo partido-coalición, configuren un liderazgo común y asuman el objetivo de intentar ganar todas las elecciones. Ningún problema al respecto. Quizás tengan éxito. Eso sí, antes tendrán que sincronizar sus relojes, repartir una única partitura y aparcar un montón de egos y protagonismos. Y es posible que todo ello acontezca para preocupación de competidores y adversarios. Lógico. Pero, mientras ello no ocurra, un servidor recomendaría, a los presuntos confluentes del partido en construcción, un pelín de sosiego y humildad. No vaya a ser que la alegría de las encuestas de hoy mañana se convierta en llanto. Ya saben, suele ocurrir. Le paso a CiU, le ha pasado al populismo de izquierdas y también al socialismo…

 La simple insinuación – más periodística que política- de una hipotética alianza de izquierdas en Cataluña ha provocado, entre los ‘comunes’, una reacción inmediata de rechazo cuando no de perversa ironía. El portavoz de Catalunya en Comú, Xavier Domenech, ha descartado cualquier tipo de alianza preelectoral con el PSC (por nadie pedida). Quizás lo ha hecho como medida preventiva para que nada enturbie, ni turbe, la unión política prevista para la primavera del 2017. Menos elegante ha sido Ada Colau cuando ha ironizado acerca de los ‘nervios’ que, según su criterio, denota la incierta oferta socialista. 
 Un servidor de ustedes no es adivino ni sabe que nos depararan los meses de abril y mayo. Ignoro si Xavier Domenech y Ada Colau serán decisivos o si tendrán en el futuro mucho poder. No lo sé ni me inquieta. Pero hoy, precisamente hoy, los nervios los tiene la alcaldesa Ada Colau cuando no puede aprobar tasas, ordenanzas, presupuestos, ni el famoso PAM. El equipo de gobierno municipal ni tan siquiera puede bromear con el ‘pim-pam-pum’ ni con el ‘run run’. ¿Por qué? Porque no seduce, porque está en minoría, porque no tiene votos suficientes y porque carece de un modelo de ciudad. Señora Colau, asúmalo de una vez, el nerviosismo en política es cosa es muchos. 
El ‘postureo’ y el populismo peronista da para lo que da, no más.

Versió catalana a www.catalunyapress.cat

2.11.16

CONGRESOS.....





SOBRE EL CONGRESO DEL PSC 



Últimamente los congresos de los partidos tienen un punto magnético. Conquistan la atención de politólogos, militantes, adversarios políticos, periodistas y plumillas a la caza de noticias con morbo y titular fácil. Para algunos lo importante no es lo que se dice sino lo que se cuece, las estadísticas y los nombres de los agraciados -o condenados- a ocupar los órganos de dirección de los partidos y poca cosa más. Las cuestiones de fondo no venden, el reduccionismo está de moda. 

El próximo fin de semana el PSC celebrara su XIII congreso. Tras unos meses en los que el proceso de primarias y la envestidura han ocupado la atención mediática, le llega el turno al cónclave socialista catalán. Los fabricantes de titulares hurgarán con ahínco en vías canadienses, protocolos de relación con el PSOE y alianzas futuras. No pasa nada, es natural que sea así y así seguirá, desgraciadamente, porque la política espectáculo está a la orden del día. Pero todo ello no es óbice para que los congresistas hagan lo que tienen que hacer: debatir abiertamente para servir mejor a la sociedad. 
 Tras la elección de Miquel Iceta como primer secretario del PSC, despejada la incógnita del liderazgo del partido, todo parece indicar que los socialistas catalanes podrán polemizar sosegadamente a partir de una ponencia marco ‘vintage’ escrita en tiempos convulsos. Nada que objetar al respecto, es lo que hay. Serán los delegados, en última instancia, los que decidirán libremente el contenido de las resoluciones y el mensaje que quieran mandar a la ciudadanía. 

Permítanme no obstante, y con respeto, un par de consideraciones más allá de la letra menuda de las ponencias. Siempre he creído que el socialismo catalán ha pecado, en exceso, de mimetismo respecto a otras ideologías y formaciones políticas del país. Ha vivido durante demasiado tiempo acomplejado, temeroso de no ser aceptado, preocupado por el qué dirán e incapaz de descararse. Y lo ha hecho, a veces, por partida doble tanto sobre el eje nacional como sobre el social. Pues bien, quizás le ha llegado la hora de pasar a la ofensiva y defender, sin complejos, su catalanismo federalista popular y social en contraposición a las propuestas independentistas. Debe hacerlo sin necesidad de hacerse perdonar nada. La formación política que más -insisto, más- ha trabajado por la unidad civil de la ciudadanía de Cataluña ha sido el PSC. Debe seguir siéndolo. Su propuesta federalista es hoy, ante la nueva situación política, razonable, factible y de una vigencia indiscutible. La otra deriva inercial que considero debe reconducirse es la del anuncio de un hipotético giro a la izquierda. El PSC ya es tan de izquierdas, catalanista y federalista como el más pintado. No precisa bañarse cada día en agua bendita para limpiar el estigma de un pecado original que no tiene. Debe, tan solo, ejercer lo que es. Amigos, el secreto no está en la verbalización sino en la práctica política cotidiana. De nada sirven las declaraciones altisonantes, o las soflamas congresuales, si el trabajo cotidiano se realiza en base a la simple administración de las cosas y al pragmatismo sin ideología. No se trata tanto publicitar un giro sino, más bien, ‘ser’ y recuperar lo que se es. 
Si Miquel Iceta es capaz de conjugar, en la confección de la Ejecutiva, experiencia, juventud, ideología y capacidad de gestión la cosa puede funcionar. Si, además, logra que la personalidad y el discurso del PSC se perfilen con nitidez hay socialismo catalán para rato. Y más, tras el No del PSC a la investidura de Mariano Rajoy.