El blog d'en Joan Ferran

26.10.16

LAS TÁCTICAS DE LOS ADVERSARIOS...








PABLO IGLESIAS Y EL ‘SAVONAROLISMO’ 



Pablo Iglesias es una especie de Savonarola español en pleno siglo XXI. Así lo define una buena amiga mía amante de la historia y de las historias del día a día. Hijo de familia ilustre y acomodada, el dominico Girolamo Savonarola, provoco con sus sermones exaltados y demagógicos no pocos incidentes y disturbios en la Florencia del siglo XV. Sus prédicas atacaban tanto al Papa y la jerarquía eclesiástica, como a las autoridades políticas. Savonarola instaba a las masas a levantarse violentamente contra lo establecido. Famosa es su Hoguera de las Vanidades - Falò della vanità- en la que ardían sin conmiseración los libros de Boccaccio o Petrarca junto a pinturas de Botticelli y cualquier otro símbolo mundano de lujo o paganismo. Vestido con andrajos, con una cruz entre las manos, las arengas del fraile contra la corrupción y las elites incitaban a la acción callejera… Ya saben ustedes como acabo la historia de Girolamo Savonarola: Excomulgado por el Papa, encarcelado, torturado y, tras sufrir garrote vil, quemado en la hoguera hasta la desaparición de sus cenizas llevadas por el viento. 

Desde que mi amiga comparo al dirigente de Podemos, con el dominico nacido en Ferrara, cada vez que veo a Pablo Iglesias pienso en Savonarola. Me viene a la mente su incisivo combate contra los Médici pero, también, la cruel y rigurosa dictadura que implanto en Florencia. 
Cuando Pablo Iglesias habla de ‘la gente’- antes ‘las masas’ en terminología gramsciana- justificando el cerco al Congreso de los Diputados pienso en Savonarola. Cuando justifica como libertad de expresión el acoso a Felipe González en la universidad, sigo pensando en el dominico autoritario. Cuando gesticula como un poseso, en el pleno del Parlamento hasta ser llamado al orden, veo la imagen del fraile con capucha. Cuando tilda de traidores a aquellos  a los que veto el camino de la Moncloa, veo al pirómano de las falsas vanidades. Pero lo cierto es, amigos, que los Savonarola desgraciadamente abundan. Se manifiestan en el abucheo a Lluís Rabell a la salida del Parlamento Catalán; en el intento de boicot al pregón de Pérez Andújar; en el hostigamiento a la exposición del Born; en los trompazos a los partidarios de la selección española de fútbol… 
 Este país necesita profundas reformas y decisiones políticas de calado, cierto. Pero no es menos cierto que sobran hogueras, demagogia y Savonarolas.

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15.10.16

                                                ICETA, TRAS LAS PRIMARIAS 

Miquel Iceta ha ganado unas primarias tan florentinas como maquiavélicas. Me alegra y me tranquiliza su victoria. Me atrevería incluso a decir que la satisfacción que me embarga es compartida por los mandamases de las otras fuerzas políticas catalanas. Y es que, amigos, Iceta es sinónimo de solvencia contrastada en estos tiempos difíciles en los que el postureo intenta sustituir el sentido común y, la neofilia, la experiencia acumulada. Miquel Iceta es un interlocutor sólido, capaz de comprender la posición del ‘otro’, difícilmente manipulable y con una formación intelectual envidiable… Además, reconozcámoslo, está de buena racha. El último estudio del CEO nos dice que es el político, de la oposición catalana, mejor valorado por los ciudadanos. ¿Qué más puede pedir el bueno de Miquel que no sea el ‘paraíso’ socialista? 

Pero no todo son sonrisas y lisonjas. No señores. Las primarias, más allá de decidir liderazgos, también afloran maniobras oscuras, miserias y rencores. Cuando las aguas vuelvan a su cauce habrá que analizar qué movimientos hubo entre bastidores, la causa y el origen de las alianzas contra natura, los silencios clamorosos o las actitudes displicentes de los que aguardan resultados -sin mojarse- para aplaudir al vencedor. Hay tantos expertos en caer siempre de pie como desagradecidos. En can PSC está en ciernes un nuevo proceso congresual. Miquel Iceta deberá proponer una nueva Ejecutiva integradora, capaz de crear consenso. Obvio y deseable, pero debería prevenirse contra esos cabos furriel que habitan en los partidos -en el PSC también los hay- que maniobran en la sombra y perpetuán métodos de control propios de los viejos aparatos partidistas. ¡Ojo, pues Miquel! 
El buen vencedor debe ser generoso. Está obligado a recuperar, integrar y sumar. ¡Claro que sí! Pero también ha de ser precavido y diligente en separar el grano de la paja exigiendo unos mínimos de capacidad intelectual y unos máximos de ética. Y, sobre todo, tener memoria para no eternizar viejos métodos y errores.

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13.10.16

Blowin in The Wind - Bob Dylan

4.10.16

EL PSC I LES VIRTUTS CARDINALS


D'acord. Tenen vostès raó. L'esdevingut al carrer Ferraz de Madrid aquest cap de setmana és tan esperpèntic com lamentable. Reconeguem-ho, ningú va estar a l'altura del guió i del paper que se li suposa -per història i responsabilitat política- a un partit d'esquerres centenari. Les coses, més enllà de les legítimes discrepàncies, es podien haver fet millor. Però ja està, això és aigua tan passada com pudent. No parlem més del que va poder ser i no va ser. Centrem-nos en el futur, en el que està per venir, en el paper que ha de jugar la socialdemocràcia en un país com Espanya, una societat que porta en compàs d'espera gairebé un any. 
 El PSOE ha designat una comissió gestora per intentar reconduir la situació creada i estroncar ferides. Si el que es desitja, en veritat, és sortir del mal pas i salvar els mobles procedeix respectar-la i conferir-li un mínim d'autoritat arbitral. No seria convenient per a l'estabilitat política del PSOE, i del país, torpedinar les seves propostes a priori. Tampoc és procedent treure de l'armari del PSC la carta als Reis Mags que mai va ser satisfeta. Això seria oportunisme interessat amb un toc de mala fe afegit. Temps hi haurà per endreçar al pati interior. 
 El que ha passat al carrer Ferraz, el seu espectacle mediàtic, ha generat altes dosis d'ira i indignació entre la ciutadania. És cert, però aquesta ira no pot ni s'ha de convertir, mai, en un sentiment desordenat i incontrolat d'odi amb desitjos de venjança i maniqueisme barat. La ira alimentada amb fins perversos pot mudar legítims desitjos de justícia en ressentiment i venjança. Mal assumpte si el que es vol és reconstruir ponts, recuperar projectes col·lectius i influir positivament en la política espanyola. I, ja que estem parlant de pecats capitals i virtuts cardinals, seria útil receptar una mica de temprança; aquesta virtut que assegura el domini de la voluntat sobre els instints.
 És moment d'apel·lar a la raó i apartar del camí el Caín que tots portem dins. La saviesa popular ens diu que és més eficaç la mel que la fel.