El blog d'en Joan Ferran

13.4.16

MÁS TV3

                       
                             EL VICIO DE TRIVIALIZAR LA POLITICA 


Confieso que me tienen bastante harto. Sí, harto de que se juegue a pasar de puntillas, sin decir nada, alrededor de temas que tienen su relevancia, aunque sea meramente simbólica. Restar importancia, o no dársela, a una cosa nimia me parece razonable. Obviar asuntos cargados de significado me parece una dejación de principios injustificable. Se habla mucho de la nueva y la vieja política. Se exige sinceridad a los personajes públicos, definición, palabras claras y entendibles, etc. Pues bien, últimamente algunos han adoptado la moda de ‘hacerse el sueco’, de esquivar el bulto y aparentar que según qué temas no va con ellos. Fatal. Salvo honrosas excepciones –el diputado Lluís Rabell, una de ellas- se ha intentado, por ejemplo, trivializar el manifiesto Koniec. Error mayúsculo. Mal servicio a la lengua y al catalanismo, como muy bien ha expuesto Antoni Puigverd, aparentar que no ha ocurrido nada… 
 Pero hay más madera señoras y señores. Ante las coacciones y trampas saduceas del concejal Garganté tanto la alcaldesa, como PSC y ERC, silban, fingen estar ausentes.
 ¿Y qué me dicen ustedes de la quema televisada de la Constitución oficiada por Empar Moliné? Para unos, una broma light, para otros una falta de respeto similar a la del famoso Padrenuestro recitado en el Saló de Cent. Por favor, no confundamos la libertad de expresión con la grosería, ofensa y el mal gusto.
 Estoy harto de la banalidad que gastan algunos políticos y famosillos. Me disgusta la trivialización de acontecimientos y temas de fondo que merecen ser tratados con rigor y respeto. Los partidos políticos democráticos – los de izquierdas aun más- no pueden contemplar impertérritos como se deterioran las formas y el clima relacional de nuestra sociedad. A mi modesto entender tanto la banalización, como la trivialización, deviene fenómenos nocivos para la política democrática.