El blog d'en Joan Ferran

12.11.13

EL TIRANO , LA POLITICA Y EL DEPORTE






PENA MAXIMA PARA OBIANG


Guinea Ecuatorial es un país con una vegetación exuberante y un paisaje bello como el que más. Sus territorios e islas son pródigos en flora y fauna. Sus selvas y costumbres ancestrales no están exentas de magia y misterios de toda índole. Guinea también es rica en recursos naturales. El petróleo que se oculta bajo las aguas de su golfo, y explotan las grandes multinacionales petroleras, garantiza reservas energéticas para unos cuantos años. Guinea es un pequeño gran país pero también posee algo zafio, brutal e inhumano: un tirano megalómano, un sátrapa que atiende al nombre de Teodoro Obiang Nguema. Este hombre gobierna a sangre y fuego, vive protegido por tropas mercenarias junto a su primogénito Teodorin, todo un experto en dilapidar los recursos económicos que el pueblo necesitaría para salir de la pobreza…
Pues bien, no voy a recordarles a ustedes las aventuras de José Bono y Duran Lleida agasajando y estrechando las manos del dictador mientras la represión del régimen se cernía sobre los demócratas de su pueblo. No, eso pasó y está en las hemerotecas para vergüenza de algunos. Hoy la cosa se viste de corto y con la camiseta roja de la selección española. El próximo día 16 de noviembre España se enfrentará en partido amistoso a Guinea Ecuatorial. Nada que objetar al respecto cuando las cosas se mecen en la cuna de lo estrictamente deportivo pero… ¡Ay! El dictador ansioso y desesperado por limpiar su imagen de sicario se ha fotografiado una vez más con la selección de su país. En Malabo capital abundan los paneles publicitarios en los que el sátrapa se mezcla impúdicamente con el equipo nacional guineano. El evento deportivo promete convertirse en el mejor spot publicitario que ha logrado el régimen en los últimos años. Toda una campeona mundial, España, encajando una mano asesina.
Me consta, y los medios de comunicación así lo han recogido, que la Asociación Pro Derechos Humanos, ha cursado una petición formal al presidente de la Federación Española de Futbol solicitando que se suspenda este encuentro entre ambas selecciones como protesta por la sistemática conculcación de los derechos humanos que practica el régimen de Teodoro Obiang. Creo sinceramente que mezclar política con deporte no es saludable y que conviene evitarlo en lo posible. De acuerdo, pero ante la desfachatez de un personaje que pretende comprar a cualquier precio legitimidad es imperioso no claudicar. Hay que explicarle al señor Ángel María Villar, presidente de la Federación, que muchos españoles respaldaríamos y entenderíamos una medida de ese tipo. Esta es una ocasión de oro para pitarle la pena máxima, un penalti, a Obiang y marcarle un gol a la dictadura. El pueblo guineano que aspira a la libertad lo agradecerá y nuestras conciencias también.