El blog d'en Joan Ferran

31.10.13

OTRO CON LA PATENTE


 
 
 
 
 
 
 
GUERRA DEJANOS EN PAZ

No puedo evitarlo. Cada vez  que Alfonso Guerra sale del frigorífico me siento inquieto. Confieso, sin ir más lejos, que su último libro de memorias me causo desazón. Olía a revancha, a guiso auto justificativo con ajuste de cuentas.
Ayer volvió a subir a la lidia mediática para atizarle un directo a la mandíbula del PSC y una patada por lo bajines a Rubalcaba. Mal asunto para perro flaco. Mal servicio a los resistentes que confiamos en la posibilidad de una salida negociada que contemple una reforma de la Constitución en una perspectiva federal. Y es que algunos deberían entender que, al igual que en Catalunya nos negamos a admitir que cuatro nacionalistas iluminados repartan patentes de catalanidad, también va llegando la hora de recordarle a la vieja guardia del PSOE que nadie posee en propiedad el copyright del socialismo en todas sus variantes. Si los viejos próceres del socialismo de la Transición no comprenden que la sociedad es dinámica y que urge adecuar el discurso a los nuevos tiempos mejor que se retiren, dejen paso o escriban sus memorias.

La socialdemocracia lleva más de un siglo meditando  y discutiendo como encajar las cuestiones llamadas ‘nacionales’ en sus discursos y programas. Nunca fue ello tarea fácil y exenta de polémica y tampoco lo va a ser ahora. Ya Eduard Bernstein o Karl Kautsky,  a finales del siglo XIX y principios del XX, discutieron con pasión acerca del sentido de los estados nacionales  y del papel de la clase obrera respecto al nacionalismo. No en vano Rosa Luxemburgo defendió con fiereza su convicción de que el apoyo a los estados nacionales era la antesala de la contrarrevolución capitalista…Alfonso Guerra sabe que en Europa llevamos más de ciento cincuenta años debatiendo el rol de los partidos de izquierdas en la dinámica de los estados y las naciones. Sabe, o debería saber por experiencia personal, que nada es estático y que uno de los principales problemas actuales de la familia socialista es  hallar respuestas a las preguntas  y retos de la sociedad. Entre esos retos se visualiza la emergencia de fenómenos culturales, religiosos e identitarios de nuevo cuño.

Mariano Rajoy nos golpea con la literalidad de una sacrosanta Constitución  sin aceptar interpretaciones ni lecturas compartidas.  Alfonso Guerra apela al rescoldo de un sentimiento socialista que pervive en el pensamiento de muchos ciudadanos pero obvia que esa brasa hoy prefiere manifestarse de otra manera distinta a la suya. Con todo respeto y consideración,  creo sinceramente que el socialismo de Guerra esta gastado, es tan estático y paralizante  como el dogma ‘ppmariano’ de la Constitución.

Hay un nuevo socialismo en puertas crítico y de base emergiendo en la  sociedad. El PSC intenta dialogar y congeniar con él. Lo hace a pesar de los viejos guerreros defensores de las esencias que se resisten a salir del escenario.  Todo el mundo sabe que el PSC no es independentista ni nacionalista. Se define sin tapujos  como federalista. Cualquier otra consideración al respecto deviene impropia y maliciosa.

27.10.13

ENTRE ARTURS I MARIANOS....







LA HISTORIA ELS ABSOLDRÀ?


Enguany fa 60 anys. Un bon dia d’octubre de 1953 Fidel Castro va decidir assumir la seva pròpia defensa davant un tribunal cubà que el pretenia jutjar per la seva participació en els combats lliurats durant l’assalt al ‘Cuartel de Moncada’. Fidel va elaborar un famós document com a argumentari i justificació de les seves accions. Aquest text ha estat més conegut pel seu títol –La Historia me absolverá- que pel seu contingut.
D’ençà aquella data fins els nostres dies han estat molts els polítics i els ciutadans que han utilitzat aquesta grandiloqüent afirmació per a justificar els seus actes o, si menys no, per confiar en els efectes balsàmics del pas del temps.
Ah el pas del temps i les seves virtuts curatives! D’aquí a uns anys historiadors, analistes i estudiants de tot arreu faran l’exercici de dilucidar qui fou el culpable de dur aquella Catalunya de les primeres dècades del 2000 a un atzucac. Material i documentació no els faltarà. Veiem: L’estigma caurà sobre un president del govern central dogmàtic, rígid, inexpressiu, apàtic i indolent, qui agrada veure com la fruita es podreix als arbres? O bé preferiran assenyalar amb el dit aquell aspirant de Moisés que conduí la seva gent fins les vores d’un mar Roig que mai va voler obrir les seves aigües?
Sospito, amics meus, que als presidents Mariano Rajoy i Artur Mas la història no els absoldrà. Ambdós personatges duran gravades a les seves biografies un estigma. No sé si el de Caín però sí el del fracàs prenyat d’efectes caïnites.

24.10.13

¿QUIEN DEFIENDE A LA POLICIA?
 
 No andaba falto de razón el ilustre Honoré de Balzac cuando afirmo que “los gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna”. No es mi intención discutir los motivos que llevaron al novelista francés a escribir esa cita, ni tampoco hurgar en debates sociológicos. No, pretendo, tan solo, señalar como ‘eterna’ la duda acerca de las actuaciones de algunas policías democráticas. Cuestionamiento que podría aceptar en pensamientos y ambientes de corte ácrata, o anti sistema, pero no tanto entre sectores que participan en el juego democrático parlamentario. En nuestro país el debate acerca de los cuerpos de seguridad y sus actuaciones ha devenido realmente eterno y recurrente. Nunca acabamos de pasar página, siempre renace con un brío inusitado cuando un incidente da pie a ello. Lamentablemente regurgitamos miedos y temores. Parece como si la larga noche de la dictadura aun nos atormentara con sus sombras.
Voy a andarme con cuidado. Hay tanto desalmado y cretino suelto por el mundo que uno ha de vacunarse antes de opinar y soltar unas cuantas premisas “a priori” como escudo. A saber: Si un miembro de las fuerzas de seguridad se excede en sus funciones debe ser corregido y sancionado. Si un policía transgrede la ley o atenta a la dignidad de la persona debe ser convenientemente reprendido. Si un mosso de escuadra se extralimita en sus funciones merece ser castigado. ¡Faltaría más! Vivimos en democracia y es obligación de todos los ciudadanos defender derechos y libertades. Ahora bien quiero contarles algo. No hace demasiados días fui testigo de insultos, agravios e incluso agresiones a un grupo de mossos. Comprobé que los agentes aguantaban estoicamente el chaparrón con una paciencia oriental. En aquellos instantes  una pregunta simple, quizás sin respuesta,  me vino a la mente: ¿Quién defiende a los mossos?
Reconozco que no tengo suficientes elementos de juicio para analizar el incidente que ha concluido con la muerte de un empresario en la calle de la Aurora. Considero que si algo se hizo mal debe ser castigado con severidad porque garantizar la vida y la seguridad de las personas es lo principal. Dicho esto considero que no es de recibo vilipendiar, denigrar y ofender a un cuerpo de policía democrático al servicio de los ciudadanos y a las órdenes de gobiernos legalmente constituidos. No es justo porque corremos el riesgo de reblandecer negativamente el principio de autoridad que vela por nuestra seguridad como ciudadanos. El ‘eterno’ cuestionamiento del cuerpo de mossos de escuadra, a mi modesto entender, es un flaco servicio a la ciudadanía. Algunos de los que hoy interesadamente arremeten contra él, intentando sacar rendimiento político, podrían preocuparse -por ejemplo- en conseguir armillas para evitar peligros indeseables. Esos mismos también podrían hacer un esfuerzo para comprender el nivel tensión y estrés al que se ven expuestos muchos agentes en sus intervenciones, etc.
¿Justicia? Sí, claro que sí, con transparencia y castigo ante la transgresión; pero soporte, comprensión y consideración para unos servidores públicos que por disciplina y decoro muchas veces callan. Y es que a veces algunos solo apuntan a las extremidades cuando es sabido que las órdenes surgen de la cabeza.

20.10.13








SONDEOS Y MIL COSAS MÁS



La Vanguardia ha publicado un nuevo  sondeo del que se desprende que, de celebrase hoy elecciones locales en Barcelona, la ciudad correría un riesgo serio de ingobernabilidad. Detecta un descenso de tres concejales en la candidatura de CiU -suponiendo que la coalición nacionalista no se haya fragmentado con anterioridad y perdure hasta el 2015- y un cuádruple empate a seis con la irrupción de Ciutadans y la CUP. El lado mar de la plaza Sant Jaume contemplaría, en esa tesitura, el pleno municipal más fragmentado desde la recuperación de las libertades democráticas.
El electorado se mueve. Lo hace irritado y algo confuso. Parece que desea castigar a los viejos detentadores del poder político. Intenta ilusionarse y buscar respuestas, nuevos personajes y paradigmas. Cuando una plataforma cívica consigue en un breve espacio de tiempo, mediante Internet, recoger miles de firmas es que algo sucede en el tejido social. Los radicalismos de toda índole crecen en la misma proporción que el tremendismo verbal en boca de políticos de la vieja guardia. Cuando Francesc Homs, por ejemplo, nos dice impertérrito que “Europa estará acabada si expulsa a siete millones de ciudadanos” estamos ante las afirmaciones de un tramposo que pretende convertir su pareja de nueves en un repóquer. Incurre en el mismo error que cuando focaliza la desafección de la ciudadanía tan solo contra el estado y nunca contra las políticas sociales del señor Mas. Para remachar sus tesis nos dice este portavoz del govern que “el proceso catalán es imparable”. Quizás sí, pero lo que obvia el conseller de Presidencia es que este proceso también se lleva por delante una parte significativa de la vieja guardia de la que él forma parte.
En la encuesta barcelonesa se detecta ese fenómeno que comentamos, se detecta ese flujo hacia la búsqueda de lo desconocido pero ansiado. En las elaboradas por el CEO -en la ultima el ‘sorpasso’ de ERC sobre CiU era claro- también. En realidad lo que es imparable es el cabreo ciudadano a todos los niveles. Los empresarios están enojados ante las incompetencias gubernamentales de aquí y allí. El ciudadano de a pie percibe que tras las soflamas políticas del govern, y su lista de agravios, se esconden pecados mortales de gestión y recortes sociales. Solo los ingenuos bien intencionados confían que el remedio milagroso ante males endémicos del país va a llegar de la mano de una hipotética independencia. Las encuestas lo vaticinan. Los pequeños grupos y partidos crecen en detrimento de los grandes clásicos. Es probable que algún Grillo a la italiana triunfe y los populismos se ensanchen.
Va a ser en ese magma hecho de ingobernabilidades y falacias donde cada cual deberá asumir las responsabilidades que le correspondan… Y cambiar.

CENTENARIO VINICIUS DE MORAES....


17.10.13

LES PARAULES DE DURAN LLEIDA....







ES NECESSITA ESTADISTA



Josep Antoni Duran i Lleida ha esdevingut la més gran Celestina que ha parit la política espanyola dels darrers vint-i-cinc anys. Ho dic amb respecte i sense doble intenció. Deixant de banda consideracions d’ estètica personal, i caràcter, cal reconèixer que el dirigent democristià és un dels homes que millor s’ha mogut entre bastidors. Té fama de mediador , de missatger dels deus, de pactista i persona de seny quan altres el perden. No sé en nom de qui ha interpel•lat parlamentàriament el president Mariano Rajoy. El vaig escoltar amb atenció mentre parlava des del seu escó del Congres dels Diputats. El seu posat i el seu to em varen cridar l’atenció. Va pronunciar les seves paraules amb afectació, amb una dosi de suficient transcendència però sense caure en l’ exageració. Confesso que no tinc clar si l’orador que veia per la petita pantalla de la tele era el portaveu parlamentari de CiU, el líder d’Unió Democràtica o un home sol atabalat per les circumstancies que viu el país. Sincerament, no ho sé. La capacitat del personatge en qüestió per fer tots els papers de l’auca és prou coneguda. Tant és així que un dels diaris més durs de la caverna mediàtica duia en portada un munt de fotografies d’en Duran cada una d’elles amb un subtítol diferent: Federalista, independentista, espanyolista.... Però avui l’adaptabilitat al medi no és el tema que ens ocupa.
Ja fa temps que determinats sectors actius i influents de la societat catalana i espanyola estan reclamant que algú faci ‘Política’ amb majúscules d’una punyetera vegada. Avui ho reclamen un munt d’editorials i columnes d’articulistes de diferents tendències i colors. A les tertúlies els opinadors no paren de demanar-ho per activa i per passiva. A les cartes al director se’n fa ressò i a la xarxa també. Els ciutadans volen que algú mogui fitxa. L’atmosfera comença a enrarir-se i hi ha gent que la troba asfixiant, si més no d’una monotonia empobridora. Per reblar el clau un seguit de petits incidents s’afegeixen a la gresca per completar el panorama. Aquí no ajuden gens les paraules d’ Albert Pla, la censura de la foto torera ni les bestieses del senyor De los Santos. Tot això es sobrer perquè l’olla no para de bullir i al final prendrem mal.
Doncs bé, des de la meva profunda i tradicional discrepància política amb Duran Lleida vull afirmar – encara que només sigui en aquesta ocasió- que l’enfoc de l’educada pregunta amb reflexió que va adreçar Duran a Rajoy passarà al anals de la història. Va ser d’antologia. Va servir per reclamar i reivindicar el noble nom de la política i la seva capacitat per resoldre problemes. Va servir per posar en evidència el perniciós immobilisme hieràtic que gasta don Mariano i la seva incapacitat de resposta. Va servir per demostrar que encara queda gent sensata al Congres capaç de destil•lar bona política. L’habilitat de Duran va raure en ser capaç d’alertar de les conseqüències sense amenaçar, de reclamar reflexió sense despertar els monstres adormits. La pregunta de Duran Lleida va ser doblement valenta perquè assenyalava problemes reals i , a l’hora, explicitava el seu posicionament i criteri personal.
Insisteixo , des de la discrepància política que em separa del líder d’Unió, he d’afirmar sense embuts que la persona més propera a allò que entenem per ser ‘un estadista’ va ser ,sens dubte, Duran Lleida. I vostès es preguntaran: I els altres?...’No saben ,no contestan’ En aquest país, amics meus, potser sobren agitadors i falten estadistes..

13.10.13

DEL 11-S AL 12-O







EL MALEÏT PÈNDOL



Es veia venir. Fins i tot els ciutadans més pasotes i despreocupats per la política d’aquest país podien endevinar el que dirien diaris, analistes i professionals de la cosa pública després de la manifestació del 12 d’octubre. Per a uns, un èxit de convocatòria sense precedents, i el cert és que hi va anar molta més gent que en anteriors ocasions. Per altres, com per al senador de CiU, Pere Macias, un ‘fracàs estrepitós’. Aquest cop a en Pere les xifres estimatives de la Guardia Urbana no li han fet gràcia. I els xicots de la premsa que diuen al respecte? Doncs ni ha per a tots els gustos, tendències i colors. Des de la prudència feta càlcul de ‘El Periódico’ que ens dibuixa en plena portada: “El 12-O se supera”; fins a la minimització absoluta que aplica el diari ARA d’una realitat que no li plau titulant: “L’espanyolisme toca sostre”. Una mica més lluny trobem La Razón, El Mundo o l’ABC que ens parlen de “El grito de la mayoria silenciosa”...
En aquest país tot comença a ser monòton, repetitiu, contradictori i previsible. Tinc la impressió que sovint estem mirant fixament un pèndol, un maleït pèndol que ve i va d’extrem a extrem del recorregut. Una oscil•lació el duu al punt de marxar d’ Espanya. La contrària al punt de restar quiets, immòbils, atrapats en el temps. I aquest pèndol, amics meus, en lloc d’adormir o hipnotitzar al personal el que genera és irritació, mal humor, greuges i enfrontaments. El seu constant anar i tornar desperten inquietuds i pors fins avui adormides. El radicalisme i les presses d’alguns independentistes, la saturació informativa monotemàtica que practiquen alguns mitjans de comunicació i la virulència verbal de determinats personatges públics escalfen els ànims. La supèrbia i poc ofici que arriba dels ministeris es fa insuportable. Tot plegat esdevé tediós i irrespirable.
  Aquest país té un munt de problemes irresolts. Atur, gana, pobresa i desafecció són a l’ordre del dia. El Govern s’amaga darrera un hipotètic viatge a Ítaca fent funcionar la màquina institucional amb un combustible republicà que ja ha arxivat – és obvi- el seu suposat origen esquerrà. Uns i altres, aquí i allà, ens volen distrets i embolicats en una guerra de banderes, de pàtries, de ‘diades nacionals’ i greuges varis. No podem ni hem de mossegar l’ham. Hem de ser conscients de que uns i altres volen excitar la part més estomacal i profunda dels nostres sentiments, dels sentiments de la gent. Mal assumpte aquest. Quan els pobles col•lectivament abandonen la racionalitat sabem que comença la barbàrie. Diguem-ho clar. Cada vegada la tensió política i social del país és més alta. Les darreres  picabaralles verbals al Parlament entre els grups i la presidenta en són una mostra i, de ben segur, en vindran d’altres. Comença a haver-hi massa gent que calla el que pensa perquè tem ser marginat o incomprès. Això no és bo. El país no pot contemplar passivament com gota a gota s’escola la seva cohesió social.
Guerra de banderes, de jornades patriòtiques, d’anatemes, d’insults... Sabem que ens enganyen els que fan anar amunt el maleït pèndol prometen un futur esplendorós. També ho fan, i desconfiem d’ells, els que duen el braç del pèndol fins l’altre extrem on regna la paràlisi liquidadora.
Sabrem trobar el punt d’equilibri?

9.10.13

MONTORO Y EL CINE


MONTORO FUNDE A NEGRO

No me negaran ustedes que Cristóbal Montoro no tiene algo de personaje película  española pre constitucional, de comic de Ibáñez. Su gestualidad, el retintín de su voz, la estética que gasta y esa ironía inspirada en el chop suey chino (revuelto de todas las sobras) le convierten en un figurante político peculiar. Cristóbal Montoro acostumbra a dar la nota. Este inefable ministro de Hacienda y Administraciones Públicas va de sobrado. No solo no se arruga ante los medios de comunicación y adversarios políticos, no,  incluso se permite el maltrato de sus correligionarios. ¿Exagero? Pregúntenle a la señora Sánchez Camacho que piensa  hoy  del ministro en cuestión.  
Cristóbal Montoro ha disparado  obuses y metralla contra el cine español. Las valoraciones del ministro acerca del pasado y presente de nuestra industria cinematográfica y audiovisual supuran venganza con agravante de mezquindad manifiesta. Montoro es reincidente compulsivo al respecto. No hace demasiado tiempo arremetió contra los actores españoles acusándoles de no pagar impuestos; ahora se descuelga opinando sobre la calidad de las producciones ‘made in Spain’.
¿Qué pretende don Cristóbal?
 A lo largo de los últimos tres años loa ayudas al cine han caído  un 58% dibujando un panorama poco esperanzador. Las palabras de Montoro no acostumbran a gozar del don de la oportunidad. Nuestro hombre ha soltado sus bravatas precisamente en una semana en que cuatro films españoles ocupaban el TOP 10 con ‘Zipi y Zape’,’ Las Brujas de Zugarramurdi’ o ‘La gran familia española’….
Desconozco las aficiones y preferencias cinematográficas de este vengativo ministro. El dato no tiene mayor importancia. Ahora bien, mucho me temo que es uno de aquellos personajes que entre amigos, o en la barra del bar, gusta denostar nuestra filmografía con el viejo y repetido cliché:

- Va, no vale nada, es una ‘españolada’.
Mariano Rajoy tiene un nuevo problema  para añadir a su lista.

 

6.10.13

HOMS VOL COMPTAR CATALANS







QUI NO ES CONFORMA ES...




Diuen que qui no es conforma es perquè no vol. Un comença a estar fart de que li vulguin donar gat per llebre. Aquest cap de setmana s’ha fet públic un sondeig que vaticina un possible “sorpasso” d’ERC a CiU i, conseqüentment, una considerable davallada d’escons convergents en el Parlament de Catalunya.
 Tots sabem que les enquestes són interpretables i que la única vàlida és la que escriuen els ciutadans el dia que van a votar. Però, sempre hi ha qui pretén que combreguem amb rodes de molí. L’inefable i ‘expressiu’ Jordi Turull, portaveu de CiU al Parlament, analitzant l’esmentat sondeig li ha fotut tones de moral balsàmica a la graella i, en una línia comunicativa similar a la que practica Homs, s’ha atrevit a afirmar que les dades avalen “absolutament el full de ruta que estem traçant des del Parlament”. Però, amics meus, una cosa és conformar-se i una altra de molt diferent enganyar-se. Avui tothom és conscient de que el mapa electoral fill de la transició s’ha modificat ostensiblement i que encara ho pot fer molt més. Enguany ningú és capaç de predir amb seguretat què passarà a les properes eleccions europees, municipals, autonòmiques o generals. La crisi econòmica, institucional i també el debat territorial han produït vasos comunicants on el mal humor del ciutadà circula veloçment. Aquest fet pot ser capaç de fer decantar les torres més altes. Però diguem-ho tot amb franquesa. També tenim a casa nostra un nodrit grup de polítics practicants de la incontinència verbal. Ara, segons Homs, les eleccions europees poden servir per comptar el nombre de catalans que viuen a Catalunya, és a dir, el portaveu del Govern -no prou satisfet amb intentar transformar les eleccions al Parlament en unes de caire plebiscitari- ara ens invita a desnaturalitzar el contingut de les europees per confondre encara més al personal.
Sabem que el govern Mas busca frenèticament oxigen. Sabem que el memorial de greuges que prepara l’executiu català no és més que una nova maniobra de distracció per guanyar temps i amagar, no sols la seva incapacitat de governar bé sinó, també, la nul•la disposició a negociar. Sabem que allà manen una colla de polítics arcaics i dogmàtics; d’acord, però constatem que aquí sobren els bocamolls i les cortines de fum.
Diuen que qui no es conforma és perquè no vol. Potser sí però cada cop som més els catalans que no volem veure’ns arrossegats a una espiral on res és el que és, on la confusió provocada des del poder pretén amagar la realitat.
L’amic Turull hauria d’acceptar , per gaudir d’un mínim de credibilitat, que CiU en l’enquesta es fot una nata històrica i prou. Altres simplement sobreviuen i suren, és cert, però ni els memorials de greuges ni un còctel d’eleccions aconseguiran canviar la realitat. El poc ofici del Govern i la matusseria dels seus portaveus i emissaris ja és vox populi.

3.10.13

FRANCISCO....MAÑANA TU ONOMÁSTICA







NO SE SI DEBO



Una duda me asalta. ¿Estoy legitimado para hablar de él, de la Curia, del Vaticano? Veamos. No profeso religión alguna y mi agnosticismo, humilde y modesto, acepto que es poco elaborado. A pesar de ello, lo confieso, tengo alguna secreta inquietud que me lleva y me trae al mundo de lo espiritual que toca de pies en el suelo. La figura del Papa Francisco provoca en mi apetito de escritura, ganas de opinar y hablar con la gente. Este pontífice rompe moldes me llama la atención. ¡Alerta roja! Dice no ser de derechas, habla de todo, ama el futbol y no pretende hacer proselitismo ni imponer verdades reveladas… Así las cosas ¡Qué caramba! He decidido escribir cuatro líneas respecto al Sumo Pontífice. Rouco Varela, por ejemplo, tampoco es un profesional de la política que digamos y no renuncia a hablar, comentar e influir sobre lo que considera que conviene, o no, a los españolitos de a pie. Es más y para remachar, tampoco comulgo con los nacionalismos –otro tipo de religión según el Dr Carlton J.H. Hayes de la Universidad de Columbia- y escribo sin problemas acerca de las contingencias de un hipotético viaje a Ítaca. Me lanzo pues. Los católicos practicantes sabrán perdonarme.
He de confesarles, no obstante, que desde mi época como estudiante me he sentido atraído por la dimensión, llamémosle filosófico-terrenal, de cierto cristianismo. Cuestiones teológicas aparte, siempre me ha interesado conocer eso que Jacques Maritain trabajó y se ha dado en llamar humanismo cristiano. También posé la mirada en los postulados de Emmanuel Mounier y sus colegas de la revista Esprit. Pero el primer premio a mi afán de conocer y comprender se lo lleva, sin lugar a dudas, el anarcocristianismo y la forma de entender la vida basándose en principios éticos que preconiza, por ejemplo, la obra de León Tolstoi, o todo lo que gira alrededor de la Teología de la Liberación. Me atrae, como decía antes, ese cristianismo terrenal, socializante y cercano a los más débiles por lo que tiene de humano, de social. Pero volvamos a Francisco porque creo que él va un poco de eso.
El Papa ha concedido una entrevista al diario italiano ‘La Reppublica’ de la mano de un gran periodista, Eugenio Scalfari, y en ella desgrana una porción de su pensamiento. No se arruga lo más mínimo a la hora de apostar por una transformación en profundidad del Vaticano. Tampoco en afirmar que ‘la corte es la lepra del papado’ y que conviene acabar con el ‘vaticanocentrismo’. Y es que Francisco metió las narices en las finanzas de la Santa Sede y dijo que el aroma no era de su agrado, y actuó.
  La regeneración en el seno de la Iglesia parece haber comenzado. El Papa es visto y observado con admiración y esperanza por multitud de católicos, y no católicos, ansiosos de cambios en las formas, las elites y las instituciones. El deseo ciudadano de un nuevo estilo y una nueva moral no tiene fronteras, va más allá de la religión y entra también de pleno en la esfera de lo político.
Llegado a este punto es donde me pregunto si estoy legitimado para hablar de un reino que no es el mío. No sé si debo, pero lo voy a hacer. Me explicaré. Temo por la figura de Francisco, por su persona. Tanto en el terreno del prestigio como en el del honor. Los poderes instalados no perdonan, maquinan, intrigan, mueven bulos, traman difamaciones, fabrican mentiras y conspiran al más alto nivel. Temo por él no como mi guía espiritual, que no lo es, sino como ejemplo de firmeza y decisión ante el anquilosamiento de las instituciones. Las bendecidas por el altísimo y las demás. El ejemplo papal es bueno para los cristianos pero también para los espacios no eclesiásticos. Su fracaso, ninguneo o aniquilación sería un duro golpe para todos aquellos que aspiramos a que algo se mueva, a que las fichas del dominó decidan dejarse caer una sobre otra y se abra ante la sociedad en su conjunto una nueva dimensión. Ahí las iglesias, en plural, tienen mucho que decir.