LA DENUNCIA DE ATTAC

CHIPRE:LOS OLIGARCAS EUROPEOS DEBEN PAGAR

Chipre está sufriendo una crisis bancaria similar a la irlandesa o a la islandesa: un sistema bancario quebrado, cuyo salvataje exige la Unión europea a los contribuyentes. Irlanda e Islandia tomaron decisiones radicalmente opuestas, una favorable a los bancos otra a los ciudadanos. Chipre ha encarado una tercera vía que será provechosa en enseñanzas. Irlanda obedeció a la UE e hizo recaer la totalidad de las deudas sobre los ciudadanos para evitar que perdiesen los demás bancos europeos. Su decisión produjo una explosión de desempleos y los irlandeses comenzaron a emigrar. Islandia, bajo la presión de los movimientos sociales y de las manifestaciones ciudadanas rechazó endosar las perdidas de sus bancos. Enfrentando a la UE y al FMI dejó que sus bancos quebraran, preservando a los clientes medianos y pequeños. De modo que fueron los inversionistas extranjeros atraídos por altas tasas de interés y los acreedores de los bancos quienes sufrieron las pérdidas. Islandia disfruta actualmente de una mejor situación económica y la Corte de Justicia de la AELE (asociación europea de libre comercio ) convalidó su decisión. Financiando el salvataje de sus bancos por medio de una retención progresiva sobre los haberes bancarios Chipre introduce una radical innovación. El objetivo de la Comisión , apremiada por el gobierno alemán es doble: obligar a pagar a los oligarcas rusos (1) – no es para lamentar – y ahorrarles el problema a los oligarcas europeos, es decir a los accionistas de los bancos europeos que imprudentemente realizaron préstamos a los bancos chipriotas. Esta decisión es evidentemente inaceptable para los pequeños y medianos depositantes, expoliados por un negocio que no comprenden y en el que no tienen la menor responsabilidad. Por lo tanto deben ser eximidos de una medida que solo debe alcanzar a los más ricos. Es además igualmente inaceptable desde el momento que nuevamente el dinero público salva a los acreedores. En revancha la Unión europea avala una tasa excepcional y progresiva sobre las grandes fortunas con el objeto de aplicarla al reembolso de las deudas bancarias, lo que constituye un precedente muy interesante. De modo que es posible hacer pagar a los ricos a través de un método expeditivo, una retención directa aprobada por el Parlamento sobre los haberes bancarios incluidos los productos financieros. La red de ATTAC europea pide desde hace varios meses, la puesta en marcha de un impuesto excepcional sobre las grandes fortunas para reducir la necesidad de financiación de los Estados. El precedente chipriota, con todas sus limitaciones, demuestra que lo único necesario es disponer de voluntad política.

ATTAC Francia, marzo de 2013