El blog d'en Joan Ferran

12.2.13




LA COSA ESTA NEGRA



La realidad supera la ficción. Este país es de novela negra. No faltan en él ni los personajes cínicos ni la dureza de los rostros impenetrables. No faltan los campeones de la mentira ni los sepulcros blanqueados. Tampoco escasean los aprovechados que, a río revuelto, gesticulan y vociferan lanzándose como buitres sobre la carroña. Carroña come carroña, dicen.
Aquí no se salva ni Dios. Una otoñal monarquía vive su “Annus Horribilis” aplastada entre noticias paquidérmicas y chanchullos de yerno espabilado. Ya ven, la novela del país no sólo es negra sino que se pone negrísima. Aquí no falta una testigo escasamente protegida que afirma estar atemorizada, ni el clásico micrófono oculto ni la confesora política que calla. Aquí abundan los fajos de quinientos sujetos con Wonderbra y los de doscientos con gomita elástica. Los sobres en nuestro país ya no son blancos ni satinados; se lleva más el”By Air mail” porque frecuentamos la estratosfera. ¡Ah! Y nuestras fiestas infantiles, de serpentina y confeti, son subvencionadas como cualquier otra actividad cultural. ¡Faltaría más! Para colmo de males un gobierno incapaz de superar la ITV nos dice estar ‘estupefacto’ ante los acontecimientos después de que uno de los suyos toque la balalaika en el Bolshói.
Año de nieves año de bienes, dice el refranero. Las cumbres blancas, y las no tanto, aconsejan redactar nuevas leyes electorales y de transparencia. También cambios legislativos respecto a la Corona. De acuerdo. ¿Sería posible en línea republicana? Volvamos a la intriga y la cosa policiaca. La realidad de este nuestro país quizás requiere un poquito de esa crítica y denuncia brechtiana que gasta Petros Márkaris en sus novelas. Pero eso no basta amigos míos. Comienzo a pensar que necesitamos una legión de comisarios decentes al estilo de los Montalbano, Brunetti, Conde o Jaritos… Y alguna que otra Petra Delicado. Algunos de ellos entienden de gastronomía y libros y eso es toda una garantía cultural.