El blog d'en Joan Ferran

19.7.11

PARA CONOCERLOS BIEN.....Y CALIFICARLOS A ELLOS Y SUS INTERESES






Agencias de calificación ¿Qué son? ¿Quienes están detrás?




Fortunas de la lista Forbes están tras las agencias de calificación
El oligopolio de las tres grandes controla más del 90% del mercado

Hasta el estallido de la crisis financiera en EE. UU. pocos eran los que habían oído hablar de las agencias de rating o de calificación. Las principales, las norteamericanas Standard & Poor?s (S&P), Moody?s y Fitch -conocidas como las big three o las tres grandes-, funcionan como un oligopolio que controla más del 90?% del mercado de la calificación de riesgo, tanto de deuda pública como privada. Sus evaluaciones pueden hundir mercados y llevar a países a la quiebra. Pero ¿dónde reside su poder? ¿Quién está detrás? ¿Cómo funcionan?
¿Qué son?
El pasaporte a la financiación. Las agencias de rating son empresas privadas que evalúan la fortaleza económica de países, entidades financieras o empresas que necesiten acudir a los mercados financieros para financiarse. Las calificaciones, que incluyen 21 grados, van desde la AAA, la mayor nota, hasta la menor, C, en el caso de Moody?s, y D, en los de S&P y Fitch. Se dividen en dos categorías, de inversión y especulativa: la primera se cierra en la calificación Baa3 y la segunda arranca en la Ba1, y determinan el atractivo inversor, es decir, riesgo y rentabilidad.
¿Cuál es su importancia?
El oráculo de los inversores. El enorme poder que tienen radica en que los inversores se guían por sus calificaciones, por las notas que dan a la solvencia de los emisores públicos o privados, para decidir sobre las operaciones. De este modo, el rating mide la seguridad y la confianza de la inversión.

¿QUIENES ESTÁN DETRÁS?
Millonarios y fondos. Detrás de estas agencias están multimillonarios incluidos en la lista Forbes, como es el caso de Warren Buffet en Moody?s o de Marc Ladreit de Lacharriere en Fitch, así como grandes fondos de inversión como Capital Group, BlackRock o Vanguard. Capital y BlackRock poseen respectivamente el 16,3?% y el 6,3?% de Moody?s, mientras que en S&P controlan el 12,3?% y el 5,3?%. Además, estos fondos poseen participaciones en entidades financieras, empresas o deuda sobre la que las agencias emiten su calificación de riesgo.

¿Conflicto de intereses?
Árbitro y parte interesada. La propiedad de las agencias abre la puerta a la principal duda sobre su gestión y el posible conflicto de intereses, ya que simultáneamente certifican la solvencia de una emisión y de sus propios inversores, como es el caso de los fondos de inversión. Son parte interesada (accionistas o titulares de deuda soberana). De hecho, las últimas rebajas de la calificación de la deuda española ha supuesto sabrosos beneficios a varios fondos ligados a las agencias, que acumulan unos 7.500 millones en deuda. Y es que a menor nota, mayor riesgo y, en consecuencia, mayor interés para colocarla.

Dudas sobre su independencia

¿Cómo funcionan?
Paga el emisor de la deuda. En el sistema actual paga quien necesita financiarse en los mercados, es decir, el emisor de la deuda, lo que genera no pocas críticas, ya que ¿cómo emitir una calificación negativa sobre alguien que es tu cliente? La duda sobre la independencia de las agencias de calificación de riesgos se extendió tras el estallido de la última gran crisis financiera en Estados Unidos.

¿SON FIABLES?
Bajo sospecha. Sus más estrepitosos errores, al mantener la mayor calificación (triple A) hasta el momento de su quiebra, por ejemplo, al banco de inversión Lehman Brothers o al imperio financiero del afamado inversor primero y luego estafador Bernard Madoff, mermaron su credibilidad y arrojaron sombras sobre su credibilidad e su independencia. Incluso se presentaron querellas en varios países contra ellas (incluyendo España), por considerarlas parte responsable del cataclismo económico.

¿Hay alternativas?
Una agencia europea. Las tres mayores agencias de calificación defienden su independencia insistiendo en la completa separación que existe entre sus actividades comerciales y de análisis. No obstante, la Unión Europea inició hace un año un proceso (inconcluso) de reforzamiento de su supervisión para acabar con su oligopolio en un sector con grandes intereses.

Publicado en Attac