El blog d'en Joan Ferran

28.4.09

TONI BOLAÑO A "LA RAZÓN"......

TICS TOTALITARIOS

Ignasi Guardans ha sido militante de Convergéncia Democrática de Cataluña toda su vida. Creció en la idea que acuñó su abuelo, el histórico dirigente nacionalista Francesc Cambó, de una Cataluña moderna que participara activamente en la gobernabilidad de España. Ha sido un político muy activo como eurodiputado. Su tenacidad puso sobre la mesa la desmesura de los controles de los aeropuertos y su honestidad le impidió marcharse de Bombay hasta que no estuvo a salvo la delegación parlamentaria que presidía. Su actitud dejó en mal lugar la salida a toda prisa de Esperanza Aguirre, que acabó con la lamentable foto de los calcetines. Ahora, Guardans es el nuevo director de Cine del Gobierno Zapatero. Aceptó la oferta una vez fue apartado de la candidatura europea de CiU. Por eso, el nacionalismo catalán lo ha puesto de vuelta y media. Es una salida laboral, apuntan. Pero, la verdad es que Guardans era un llanero solitario en su partido, y ése fue su final. Su moderación acabó con él. No es un buen nacionalista a decir de sus otrora compañeros de partido. Y mucho menos independentista. Después de las insidias, Guardans rompe su silencio con un titular inequívoco: «Hay tics totalitarios entre los nacionalistas. Hay personas que creen que sus ideas son mejores, pueden insultar, machacar y excluir del país a quienes no las comparten». Ahí es nada. Sus días en CDC tienen fecha de caducidad. Guardans es un genuino representante del nacionalismo moderado, y éste no tiene sitio en CiU. La nueva CiU apuesta por la radicalidad, con guiños al independentismo, para recuperar el voto perdido en los últimos años y volver al poder. No hay sitio para los que desde la responsabilidad quisieran ser decisivos en Madrid, ni los que ven con preocupación la deriva del partido en asuntos como la financiación autonómica. Ahora que se afronta la recta final, para bien o para mal, CiU ya tiene su estrategia antes del resultado final. Reventar el acuerdo, agitar la frustración e izar la bandera de la irritación. Quieren aparecer como salvadores de la patria. Un supuesto patriotismo que más parece virtud de la depravación. Mal servicio a la patria, sea cual sea.