El blog d'en Joan Ferran

24.10.08

SOBRE EL CONGRES PSC-BCN



Joan Ferran (Barcelona, 1951) deja hoy el timón de la poderosa federación del PSC de Barcelona. Le sustituirá el primer teniente de alcalde, Carles Martí, quien ha prometido una renovación a fondo de la ejecutiva para apuntalar el gobierno en minoría del alcalde Jordi Hereu.

Pregunta. Barcelona fue el laboratorio del tripartito y también es donde primero ha fallado. ¿Es el presagio de algo más?
Respuesta. El pacto falló antes en el Gobierno de Pasqual Maragall. En Barcelona comenzamos hace muchos años un proyecto compartido de las tres fuerzas de izquierda, tres partidos que han cambiado mucho en el tiempo. Ahora gobernamos con un bipartito pero ERC, desde fuera, no tiene actitud obstruccionista. Queremos continuar con el pacto de izquierdas pese a que los lobbies quieran otra cosa.
P. Los lobbies quieren la sociovergencia.
R. Lo que quieren es riqueza, prosperidad, trabajo y convivencia. Y el actual gobierno municipal se lo puede garantizar. Otra cosa es que detrás de algunos colectivos haya intereses más de tipo económico.
P. Pues el PSC no para de lanzarle piropos a Duran Lleida. ¿Usted realmente cree que pueden hacer algo con Unió?
R. Todo el mundo dice que no es el momento histórico de hacerlo. Pero es cierto que hay determinadas cosas que están pasando en el país que están siendo tratadas con más sentido común por el señor Duran que por parte del señor Mas, que tiene un discurso más errático. Duran, estoy seguro, quería votar los Presupuestos Generales del Estado y no lo ha hecho porque todavía es prisionero de una relación de dependencia respecto a CDC. Nosotros somos fieles al pacto de las izquierdas.
P. ¿Y ustedes no son prisioneros del PSOE?
R. El presidente Montilla ha demostrado que no es prisionero de nadie. Cuando critica que no se hacen las cosas como deben hacerse lo dice con una claridad diáfana. Su forma discreta y rigurosa de hacer las cosas tiene mejores resultados que las estridencias.
P. La ponencia del congreso dice que debe reformularse el modelo Barcelona porque está gastado. Pero no define ningún otro. ¿Lo tienen claro?
R. El resultado de la ciudad de los últimos 30 años es magnífico, con nuevos servicios, nuevo urbanismo y farolas de diseño holandés en los barrios periféricos. Y esto no se improvisa, aunque es cierto que nos hemos movido a golpe de acontecimientos como los Juegos y el Fórum. Ahora toca hacer micropolítica, la política de ver lo que piensa en cada momento el ciudadano. Intentar que no se rompa la cohesión.
P. ¿Ha faltado escuchar a la gente?
R. No, a lo mejor en lo que hemos pecado es en no ir tan deprisa en los cambios como lo ha hecho la sociedad. Hay que ponerse a la misma velocidad de la gente y anticiparse a lo que pueda venir. De momento, la ciudad no chirría, pero si no vamos más rápido, dentro de un tiempo tendremos problemas.
P. Las encuestas dicen que deberían temer por la alcaldía.
R. Lo que dicen las encuestas es que hay una gran oscilación y que cualquier acontecimiento puede variar el porcentaje de abstenció