El blog d'en Joan Ferran

8.10.06

Article interessant publicat a La Voz De Galicia


FUE A finales del pasado mes de junio, y luego este pasado septiembre, cuando visité por primera vez Mondoñedo. El resultado fue un inesperado amor a primera vista del que no quiero ni puedo despegarme. Aunque sé que nunca encontraré el Paraíso, sí que fui a dar con lo que más se le parece, siguiendo el gusto de una subjetividad y emoción que no controlo, pero que, al mismo tiempo, nadie me puede arrebatar. Desde entonces, a mi manera, le digo a Cunqueiro que sí, que todavía se puede escuchar el silencio en Mondoñedo, ese silencio que le permitió a él escuchar el crecer de la hierba. Una vez que el mundo de la información ha sido cautivado por el del espectáculo, la palabra y los hechos sufren de una distorsión tan brutal que han perdido su condición para sostenerse únicamente como ruido. Un ruido atroz que alela, y un ruido empalagoso que es el gran maestro formador de bobos. La junta electoral acaba de decretar la retirada inmediata de ese anuncio zafio, ejemplo máximo de manipulación, de las selecciones catalanas de fútbol. Gracias a tanto máster gratuito en bobería y manipulación, los sectarios de ERC claman al cielo, como si el mismo Franco hubiera resucitado, tijera en mano. El candidato Mas, de CiU, tampoco se queda corto. Va y se compromete a ir al notario a dejar por escrito que nunca pactará con el PP. O sea, ya sabe que nadie se fía de su palabra. Ojalá que el notario sea persona sensata y le mande a paseo, alegando que tiene cosas más importantes que hacer. El PSC no acaba de encontrar la medida justa para la campaña de su nuevo candidato, Montilla, al que parece que mantenga a la reserva hasta que los demás estén ya quemados por decir tanta tontería. Ruido, sólo para desplazar la palabra, lo único que descartan. Y ensordecida, me salva pensar que en el Ponte de Pasatempo podría encender un cigarrillo (prohibido) y, cubierta de silencio, pensar. Que, a este paso, en Cataluña también me lo van a prohibir.
De Cataluña a Mondoñedo.
Assumpta Roura