El blog d'en Joan Ferran

13.3.06

Virtuosa en Madrid y viciosa en Barcelona



Extracte de la meva intervenció a la comissió constitucional de l’Estatut

El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra don Joan Ferran.

El señor REPRESENTANTE DEL PARLAMENTO DE CATALUÑA (Ferran i Serafini): Señoras y señores diputados, tomo la palabra en nombre de mi grupo para explicar nuestra posición respecto al título II del Estatuto de Cataluña, que versa sobre las instituciones y se compone de unos 40 artículos. En ellos se desgranan las atribuciones y obligaciones de un conjunto de instituciones catalanas, y se hace, a nuestro entender, con un común denominador, que es la pretensión de profundizar en la calidad democrática de estas instituciones y de hacerlo al servicio de la ciudadanía. Además de este denominador común, hay una filosofía de fondo que se transmite a lo largo de todo el nuevo Estatuto, en general, pero de forma particular en este título. A nuestro entender, esto está basado, en primer lugar, en un fomento de la participación ciudadana; en segundo lugar, en el establecimiento de criterios de paridad entre hombres y mujeres y, en tercer lugar, en la optimización de la administración y de los mecanismos de control e investigación sobre las actuaciones tanto de los representantes públicos como de la propia Administración.
El señor Vendrell nos preguntaba qué discutíamos aquí y por qué discutíamos estos temas. Muy sencillo, señor Vendrell, lo hacemos en cumplimiento de aquello que establece el artículo 147, apartado 2, de la Constitución española, que dice que debemos discutir y regular nuestras instituciones propias. La primera institución reseñada en este título es la del Parlament de Cataluña, como representante del pueblo de Cataluña, dejando muy claros algunos aspectos que se han puesto en tela de juicio en estos últimos tiempos y que han merecido intervenciones muy desafortunadas en el día de hoy y en otros días anteriores. Este capítulo y sus artículos nos hablan de las funciones del Parlament, de su composición y régimen electoral, de los diputados, de sus deberes y derechos, de su organización y funcionamiento, de la autonomía parlamentaria y de la amplitud de su iniciativa legislativa. Estos artículos han cobrado hoy especial relevancia cuando hemos oído decir dentro y fuera de esta Cámara a algunos diputados del Partido Popular -especialmente al señor Acebes esta mañana- que no reconocen la historia de un país, que no reconocen la antigüedad de estas instituciones y, lo que es aún más grave, que no reconocen su legitimidad para autodefinirse. Hemos podido asistir, señoras y señores diputados, a una paradoja que nos parece muy lamentable. Por un lado, el señor Piqué y el señor Rajoy nos hablaban esta mañana de fraude, de haber burlado los acuerdos del Parlament de Catalunya y, por otro lado, nos negaban la legitimidad histórica o la legitimidad de su autodefinición. (La señora Nadal i Aymerich: ¡Qué va! ¡Qué va!) Cuando oigo esas expresiones, señoras y señores diputados, ese menosprecio referido sobre todo a esta voluntad mayoritaria que expresa casi el 90 por ciento de los diputados, me viene a la mente la imagen de un personaje que ustedes conocerán, el señor Pau Casals, que en la Asamblea General de Naciones Unidas dijo unas frases que les voy a leer para su ilustración, y lamento que no esté aquí el señor Acebes. El señor Casals dijo: Además, soy catalán. Cataluña -tomen nota- tuvo el primer parlamento democrático mucho antes que Inglaterra y fue en mi país donde hubo las primeras Naciones Unidas. En aquel tiempo, en el siglo XI, se reunieron en Toulouges para hablar de paz, porque los catalanes de aquel tiempo -el señor Acebes no está, pero seguramente se lo dirán- ya estaban en contra de la guerra. Esto lo decía el señor Pau Casals en el año 1971, reivindicando la historia de un país y la antigüedad de un parlamento y su funcionamiento democrático. Creo que ustedes deberían tomar buena nota de ello.

Como deberían tomar buena también de la música porque realmente a través de ella se puede seguir una terapia para evitar la excitación, los malos pensamientos y las crispaciones. Por tanto, mucho de Pau Casals, mucho de historia, mucho de historia del parlamentarismo, mucho de lo que es la democracia y por favor tomen nota de estos elementos.

No voy a hacer una mención detallada de los distintos capítulos y artículos que se han hecho referencia aquí. Sin embargo, me gustaría comentar algunos aspectos que he oído citar a la señora Nadal o al señor Fernández Díaz que hacen referencia a otras instituciones, como por ejemplo al Consejo de Garantías Estatuarias. Ustedes saben que tenemos un artículo de 1976 que habla precisamente del cumplimiento ajustado que le damos al Consejo de Garantías Estatutarias para trabajar y otear los temas de la Constitución, del Estatut y de las disposiciones de la Generalitat, que nos habla de su composición y de su funcionamiento. El señor Fernández Díaz hoy nos ha dicho que el Consell Consultiu había hecho un excelente trabajo. De acuerdo, señor Fernández Díaz. Si ha hecho un excelente trabajo apliquen ustedes el contenido de este excelente trabajo, adóptenlo como suyo, cojan sus experiencias y sus sugerencias y aplíquenlas ustedes en la discusión del Estatuto y en las discusiones que estamos teniendo aquí. No nos digan que hay cosas que están bien y luego no apliquen en la realidad, en la cotidianeidad de lo que estamos debatiendo en este Parlamento, estas sugerencias y cuestiones que se ven a todas luces que son positivas.

En el artículo 78 recoge el tratamiento del Síndic de Greuges. Se plantea la figura del Síndic de Greuges, sus funciones, sus relaciones, su colaboración con otras instituciones análogas y se habla de su designación y sus estatutos particulares. La señora Nadal nos ha hablado del Defensor del Pueblo. Yo quería decirle a la señora Nadal que vayamos con cuidado con estas instituciones y cómo se trata estas relaciones entre unas y otras. Usted no se ha dado cuenta que hay veces que se les aplica a estas instituciones una utilización perversa. Voy a darle un ejemplo. Usted ha hablado del tema de la lengua. Usted ha hablado de propio e impropio respecto de una lengua de una forma que me parece lamentable, porque usted es conocedora como catalana del Estatuto en el cual se hablaba de cuáles eran las lenguas propias de Cataluña y cuáles no. Usted sabe que a través del Defensor del Pueblo en veintitrés años solo ha habido tres quejas sobre asuntos de lengua y ahora vemos que en tres meses hay cuatrocientas quejas sobre temas de lengua. A nadie se le escapa que estas cuatrocientas quejas, como las firmas y los boicots, han sido instigadas y provocadas. Ahí hay un elemento de utilización perversa y malvada de un organismo como puede ser el Defensor del Pueblo. Por tanto, señora Nadal, vayan ustedes con cuidado porque campañas de este tipo lo que hacen es desprestigiar unas instituciones que están al servicio de todos los ciudadanos, de España y de Cataluña.

Ustedes nos han hablado también del Consell de l’Audiovisual de Catalunya. El señor Fernández Díaz nos ha hablado de coherencia. Voy a explicarle, señor Fernández Díaz, cuál ha sido la coherencia…

El señor PRESIDENTE: Explíquelo con brevedad, por favor, porque se le ha acabado el tiempo.

El señor FERRAN I SERAFINI: Acabo enseguida, señor presidente.
Solamente voy a explicar al señor Fernández Díaz lo que es la coherencia. En el artículo 82 se regula el Consell de l’Audiovisual de Catalunya como autoridad reguladora en los ámbitos de comunicación audiovisual. Tenemos un organismo que tiene prestigio internacional, ¿sabe usted? Está homologado con los CAC franceses, alemanes y belgas, por ejemplo. Se ve el Consell de l’Audiovisual de Catalunya, el actual, como un elemento muy positivo en relación con los medios de comunicación. Este organismo ha sido vilipendiado por ustedes y por otros medios de comunicación y ha sido injustamente tratado. Yo les digo una cosa: ustedes no han sido ajenos al trabajo de este Consejo Audiovisual de Cataluña porque hasta hace pocos meses ustedes lo apoyaban, votaban sus presupuestos y recurrían de forma –valga la expresión- recurrente a él para defenderse de las supuestas manipulaciones informativas que otros gobiernos hacían sobre ustedes en los medios de comunicación. Hasta ahora para ustedes esto ha sido bueno y ahora ya no lo es. ¿Qué ocurre? Cinco años convencidos de que el Consejo Audiovisual de Cataluña les protegía y ahora de golpe y porrazo es su principal enemigo. ¿Dónde está la coherencia, señor Fernández Díaz? ¿Dónde está la coherencia cuando ustedes han estado buscando amparo desesperadamente en el Consejo Audiovisual de Cataluña?

Acabo, señor presidente, con una última expresión. He oído a la señora Nadal referirse en sus primeras palabras a los vicios de inconstitucionalidad que hay en el Estatuto. ¿Sabe lo que le pasa, señora Nadal? Usted es virtuosa en Madrid y viciosa en Barcelona, porque en Barcelona votó estos vicios; (El señor Fernández Díaz: Es virtuosa siempre.) su grupo votó este título de forma entusiasta con alguna pequeña abstención, y hoy no sé qué ha pasado con don Mariano -a lo mejor se le ha ido la mano- que les aprieta a usted, al señor Vendrell y a los miembros de su grupo. Solo me queda pedirles coherencia; voten lo que votaron allí; voten en conciencia porque saben que lo que estamos defendiendo aquí también ustedes podrían defenderlo. El señor Vendrell sabe que en el Parlamento de Cataluña cambió la posición de su grupo después de perder ustedes en Galicia. Cuando ustedes perdieron en Galicia… (La señora Nadal i Aymerich: ¡En Galicia ganamos!)
El señor PRESIDENTE: Por favor, no nos cuente la historia de Galicia porque ya se le pasó el tiempo. (Risas.)

El señor FERRAN I SERAFINI: Señor presidente, permítame despedirme y decirles simplemente al señor Vendrell y a la señora Nadal que las enmiendas que se les rechazaron en Cataluña fueron de supresión y todas las técnicas positivas obviamente fueron aceptadas. (Aplausos.- Varios señores diputados: ¡Muy bien!)

El señor PRESIDENTE: Estoy convencido además de que cuando el señor Ferran hablaba de vicios hablaba de vicios constitucionales.

El señor FERRAN I SERAFINI: Evidentemente, señor presidente; faltaría más. (Risas.- Una señora diputada: ¡O estatutarios!)
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ferran.

El señor FERRAN I SERAFINI: Intervendré muy brevemente. Hay tres alusiones concretas que me ha hecho la señora Nadal que me gustaría comentar. Señora Nadal, Parlamento quiere decir hablar, quiere decir consensuar, quiere decir pactar y todo eso quiere decir cambiar. Por tanto, las medidas rígidas no se pueden aplicar rígidamente. Parlamento es parlamentar, hablar, cambiar y consensuar. Ahora bien, ustedes tienen un problema, ustedes no usan el Parlamento, ustedes no saben usar en este sentido el Parlamento. Lo usan en otro sentido, en un doble sentido, en el de enrocarse políticamente y en el de usarlo como una tribuna mediático-agitativa. Esto es lo que hacen ustedes con el Parlamento.
Segunda cuestión a la que quería replicarle. Me dice usted: ¡Oh! El Estatuto de Cataluña, la lengua propia. Señora Nadal, Estatuto del año 1979, artículo 3 del título preliminar: La lengua propia de Cataluña es el catalán. Desde el año 1979 y usted se entera ahora porque se lo digo yo. Por favor, señora Nadal, seamos un poco rigurosos.
Tercer elemento. Ahora que tengo aquí al señor Piqué porque antes no estaba le diré algo. El señor Piqué decía ayer: A mí en la intimidad –porque ustedes siempre lo hacen todo en la intimidad- hay diputados que me cuentan y me dicen cosas. ¿Saben lo que me dicen a mí los diputados populares? Me dicen: En las honduras de mi pensamiento creo que este trabajo que han hecho ustedes está muy bien y que la ponencia ha avanzado muchísimo, pero no lo podemos votar. Nos dicen esto, pero estoy convencido que en su fuero interno ustedes también creen que hemos hecho un buen trabajo en esta ponencia y sobre todo en este título que es de otras características y ustedes lo saben. (El señor Padilla Carballada: Yo no.)

Ustedes tienen un problema señores del Partido Popular. Ustedes están instalados en la doble ene. La primera ene es el negacionismo histórico respecto a Cataluña y no sé si respecto a España, que esto ya sería un tema muy complicado y el señor Guerra sabe de lo que estoy hablando. (Risas.) Están ustedes en el negacionismo sobre Cataluña y no sé si sobre España. La segunda ene es que ustedes están en el negativismo político, contra todo, respecto a todos. ¿Qué grupo de esta Cámara está con ustedes? Ninguno, están aislados; están solos. (El señor Trillo-Figueroa Martínez-Conde: Tenemos miles de votos.- Rumores.) Son ustedes la negación de los demás. Ustedes van contra corriente y se creen que van de frente. No, ustedes van para atrás. Todos los demás vamos juntos y ustedes están solos. A ustedes les van a pasar dos cosas señores del Partido Popular. Ustedes no levantarán cabeza en Cataluña, se lo vaticino ahora. Además, les ha salido la competencia con ese señor que hace teatro, el señor Boadella y después ustedes van a cansar a España y van a agotar a los españoles, que ya están empezando a dar cuenta de que es lo que hacen ustedes en el Parlamento español. (Aplausos.)
El señor Ferran i Serafini pide la palabra.)

El señor PRESIDENTE: ¿Con qué objeto, señor Ferran?

El señor FERRAN I SERAFINI: Por una alusión de la señora Nadal, que me ha hecho una réplica. (Rumores.)

El señor PRESIDENTE: No es exactamente una alusión, sino que ha dicho que usted la había aludido. En fin, tiene usted medio minuto también, pero no me enrede. (Risas.)

El señor FERRAN I SERAFINI: Señora Nadal, tendremos que quedar un día de estos a comer -ya pago yo-, porque usted no es la que conocí en Barcelona; me la han cambiado.
El señor PRESIDENTE: Claro que se la han cambiado; como que paga usted. (Risas.)